En Costa Rica se registran 3.529 casos de gusano barrenador hasta el 10 de julio, según datos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). La enfermedad es provocada por una especie de mosca que el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) califica como una cepa “más agresiva”.
Los casos crecen mes a mes, desde el primer episodio reportado el 14 de julio de 2023. La enfermedad estuvo ausente en el país durante 23 años, por lo que el nuevo brote se consideró una “reintroducción”. La enfermedad es provocada por la especie de mosca Cochliomyia hominivorax, que deposita larvas en heridas expuestas, provocando miasis (infestación por larvas). El gusano crea un agujero en la piel similar a un tornillo, debido a la forma en que excava y se alimenta del tejido vivo, de ahí la identificación de “barrenador”.
El 77,4% de los casos positivos, hasta el 5 de julio, se registraban en ganado bovino, seguidos de afectaciones en perros (14%), cerdos (2,9%), caballos (2,7%) y ovinos (1,7%). También se contabilizan, en menor porcentaje, casos en caprinos, gatos, aves y humanos. El Ministerio de Salud contabiliza 15 casos de miasis en humanos, de los cuales se registraron dos decesos.
¿Por qué se califica como una cepa de mosca más agresiva? Aunque se trata del mismo insecto erradicado oficialmente de Costa Rica en el año 2000, por naturaleza evolutiva tiene una mejor adaptación al entorno, lo que los convierte en más resistentes. “Los seres vivos, en particular los insectos, van adaptándose en mejor forma al medio ambiente”, explicó Alexis Sandí, jefe del Departamento de Epidemiología del Senasa.
La mosca del gusano barrenador, conocida también como “devoradora de hombres” por el significado de su nombre científico (hominivorax), muestra mayor resistencia a los insumos para combatirla en los últimos años en regiones donde tiene presencia endémica, como algunos países de América del Sur, refiere Sandí. “Para garantizar su supervivencia, van creando resistencia”, agregó.
La mosca del gusano barrenador es un insecto del continente americano, por eso se le identifica como del Nuevo Mundo, y tiene presencia de varios siglos, indicó Sandí. El ciclo de vida es de 21 días y puede trasladarse hasta 20 kilómetros o más, dependiendo de las condiciones climáticas y el tipo de terreno.
El vocero del Senasa mencionó que el desplazamiento también ocurre cuando los humanos trasladan animales enfermos a través de vehículos, sin un rango de distancia específico.
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La mosca del gusano barrenador puede depositar hasta 400 huevos en cada ovipostura (colocación de los huevos), que luego se convierten en la misma cantidad de larvas, señaló Luis Enrique Chaves, microbiólogo químico clínico y docente e investigador de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Chaves explicó que los insectos, con el tiempo, pueden ir ganando o perdiendo la capacidad adaptativa. Agregó que definir si se está ante una especie más agresiva requiere un análisis más detallado, pero considera que la mosca del gusano barrenador avanza con más intensidad y rapidez. “No todas las moscas se controlan de la misma manera y eso depende de la biología de cada especie”, apuntó.
Sandí y Chaves aclararon que este comportamiento de la mosca del gusano barrenador no es una mutación. “Esta mosca siempre ha parasitado en seres humanos, antes de que se erradicara (en la década de 1990) era relativamente común”, dijo Chaves.
El médico veterinario, Rafael Vindas, docente de la Universidad Nacional (UNA), indicó que es una especie propia de los países tropicales. “Es una mosca que siempre ha existido, pasaron más de 20 años desde que se erradicó, la gente se olvidó de ella, la gente no la conoce y probablemente por eso hay un poco de pánico en la población. Hay que reportarla y cuidar a las personas vulnerables”.
En Costa Rica existen varias especies de moscas cuyas larvas provocan miasis, por lo que el padecimiento continuó a pesar de la erradicación del gusano barrenador. Sin embargo, la provocada por este se define como “obligatoria” porque las larvas deben alojarse en las heridas para que continúe el ciclo de vida de la mosca. Otras especies generan miasis “facultativas”, que no necesariamente tienen que ser parásitos en heridas, especificó Chaves.
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El microbiólogo añadió que los sitios de deposición de los huevos escogidos por la mosca del gusano barrenador son heridas limpias y sanas, no lo hacen en tejidos muertos, por eso se identifican como biontófagas. Además, en cavidades como la boca, nariz y oídos. Debido a la gran cantidad de larvas que se alimentan del tejido, las heridas pueden llegar a ser profundas.
Aunque el gusano barrenador y el tórsalo son afecciones provocadas por larvas depositadas por moscas, la diferencia entre ambas es marcada. Son dos especies diferentes de insectos. La mosca del gusano barrenador puede depositar centenares de huevos en una herida. En el caso del tórsalo, deposita un huevo y a lo máximo dos en una lesión. Además, no se alimentan de tejidos.
Ambas moscas tienen comportamientos diferentes y son manejadas con distintos tratamientos, declaró Sandí. A simple vista no se pueden identificar las moscas de varias especies, el diagnóstico del insecto o las larvas se realiza en laboratorios a cargo de personal especializado, enfatizó.