Que Daniil Medvedev es un fuera de serie con la raqueta es innegable. El ruso, víctima este viernes de Carlos Alcaraz en las semifinales de Wimbledon, es uno de los jugadores más importantes del mundo. En la actualidad ocupa el puesto número cinco de la clasificación de la ATP, que llegó incluso a liderar el 28 de febrero de 2022. Sin embargo, tan cierto como su gran nivel tenístico es que tiene un problema con su fuerte carácter, que en más de una ocasión le ha llevado a protagonizar tensos incidentes sobre la pista. Uno de los últimos tuvo lugar en el pasado Masters 1.000 de Montecarlo, en el que tuvo un fuerte enfrentamiento con el juez de silla de uno de sus partidos. Las imágenes, una vez más se hicieron virales, salpicando su brillante carrera en la élite del tenis. Tiempo después, durante la disputa del Mutua Madrid Open, el ruso reconoció su problema . «Los errores pasan. Yo hago errores en la pista, como los jugadores de fútbol. En algunos momentos es difícil controlar tus emociones». Se mostró «arrepentido de lo que pasó» y aseguró que le gustaría «corregirlo para la próxima vez. No sé si será posible, pero intentaré concentrarme en el juego». Este viernes, sin embargo, quedó claro que todavía tiene mucho trabajo por delante para corregir este rasgo de su personalidad. Durante el choque de semifinales contra el español Carlos Alcaraz tuvo otro cruce de cables que bien pudo costarle la descalificación . Sucedió tras una decisión de la juez de silla, que señaló un doble bote con el que el ruso no se mostró de acuerdo. Entonces, visiblemente enfadado, se dirigió a la griega Eva Asderaki repitiendo 'fuck you' (que te jodan) hasta en tres ocasiones, y añadiendo de propina algo ininteligible. Así se retiró a su banquillo mientras que la juez de silla se reunió con el supervisor del torneo para explicarle lo sucedido, que rápidamente se hizo viral gracias a la retransmisión televisiva y el poder de las redes sociales. Afortunadamente para el moscovita, las autoridades encargadas de dirigir el partido tomaron la decisión de imponerle un 'warning', una advertencia en este caso por abuso verbal , pero descartaron la descalificación. Medvedev pudo jugar el partido completo, si bien no logró hacer frente a un Alcaraz muy sólido que remontó un set en contra para meterse en su segunda final consecutiva de Wimbledon .
