El jonrón de Yasmani Tomás con tres leones en bases a la altura del noveno episodio y la lluvia que llegó cuando los de casa se disponían a celebrar el segundo éxito de la semifinal, a falta solo de un out, impuso un dramatismo superior en el ambiente del Capitán San Luis.
Muchos aficionados presentes en el estadio respiraron aliviados cuando en plena rebelión felina, el diluvio de agua hizo acto de presencia y enfrió por completo todas las tensiones sobre el terreno. Finalmente, luego de casi 17 horas de espera, los Vegueros concretaron este viernes la victoria con marcador de siete anotaciones a seis. Era cuestión de sacar un out y listo.
Aun así, el timonel Alexander Urquiola no quiso arriesgar absolutamente nada y, para la expresa misión, encaramó en la lomita a su certero zurdo Raudel Lazo, quien con cuatro envíos dominó a Óscar Valdés, y de paso se anotó el salvamento. En ambas victorias de los verdes, este relevista que llegó a tomar su cafecito en el mejor béisbol del mundo, ha participado con protagonismo. Primero llevándose el éxito y ahora apagando el último vestigio de fuego. Con la victoria del partido se alzó otro zurdo, Branlis Rodríguez, que en cinco entradas apenas toleró par de carreras.
Si bien el equipo de la capital tuvo un repunte en las postrimerías del choque, sobre la grama del Capitán San Luis dejaron deudas importantes a la defensa. De los cuatro errores que cometieron en el segundo partido más de la mitad se tradujeron en anotaciones de los pinareños, un equipo al que todo lo que el rival le regale sabe sacarle buenos dividendos.
Tanto es así que, la carreta que marcó la cerrada diferencia en la pizarra, la fabricaron los más occidentales sin conectar indiscutibles en el séptimo capítulo. Un pelotazo y tres bases por bolas bastaron para volver a poner diferencias en el juego como sucedió el miércoles.
Por los de casa Jorge Yohan Rojas fue nuevamente implacable enfrentando a los azules con el madero en mano (de 4-3 y 2 CI), mientras que el torpedero Tailon Sánchez (de 2-1) conectó un importante biangular con las bases congestionadas en la baja de la tercera entrada. Para Tailon todas las palmas posibles, porque con una herida de cuatro puntos sobre su ceja derecha el muchacho pidió continuar jugando, y lo está haciendo de forma inmaculada tanto a la defensa como a la ofensiva.
Este propio viernes ambos conjuntos enfilaron rumbo hacia la capital, donde mañana se reanudarán las acciones de este clásico desde las seis y media de la tarde, justo en el Coloso del Cerro, el estadio Latinoamericano.
Con la mitad de la tarea hecha es muy probable que los Vegueros suban a la lomita al experimentado Vladimir Baños, en busca de poner contra la pared, y en su propia selva, a los leones. Ya los azules, por su parte, conocen bien el sabor de las épicas e intentarán iniciar la remontada con el abridor Maykel Taylor. Para ello deberán reducir considerablemente los errores de juego, porque un equipo sólido como Pinar del Río no perdona nada a estas instancias.
