Betty, la fea, la telenovela más exitosas de todos los tiempos, según el libro Guinness, y que ha llegado traducida a más de cien países pondrá a prueba la vigencia de sus personajes y el poder de la nostalgia con el estreno de una segunda parte en este mes. Los actores principales, Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello, sienten una gran “responsabilidad” con los fanáticos de la historia de Betty y don Armando.
La secuela de la telenovela colombiana, estrenada en 1999, reinicia la historia 20 años después del último capítulo, el 335, cuando ese peculiar relato de amor que mantuvo en suspenso a los espectadores, terminó en una boda con Armando Manzanero y Olga Tañón como invitados musicales.
“Todos tomamos estos personajes con mucha responsabilidad, pues sabemos lo que significan para la gente, no solo para los que nos vieron cuando la telenovela salió al aire, sino a lo largo de los años. Betty ha ido conquistando generación en generación, hasta ahora”, dijo Ana María Orozco, en entrevista para EFE.
La telenovela ha sobrevivido de plataforma en plataforma y encabezando las listas de éxitos en varios países sin importar el paso del tiempo. Se ha vuelto entrañable, como fue para la actriz Lolita Cortés, quien hace unos días hizo llorar a los protagonistas cuando reveló que Betty, la fea la acompañó a lo largo de su tratamiento contra el cáncer.
Orozco describió a la Betty de la secuela como “una mujer trabajadora, emprendedora, echada para adelante y que nunca dudó de su real valor, algo que necesitamos más que nunca”. Abello dijo que tiene el sentimiento de “una misión cumplida” con el próximo estreno de la serie.
Para los fanáticos que temen una transformación radical de la historia, la actriz Lorna Cepeda, quien interpreta a Patricia Fernández, adelanta que el reencuentro con su personaje fue orgánico: “La escribieron como yo me imaginaba que Patricia sería 25 años después”.
Lo misma sensación de “coherencia con su historia” percibió Natalia Ramírez, actriz que hace a la exprometida de Armando Mendoza: Marcela Valencia.
El primer episodio de la serie no inicia con la felicidad que dejó el cierre, sino con la separación de Betty y Armando. El regreso de su hija Camila a Colombia tras cinco años en el exterior y los intentos de Marcela por recuperar a su expareja.
Sobre cómo adaptan el relato a la actualidad, Orozco también dijo: “Hay una conciencia del contexto que estamos viviendo desde el mundo actual. Hemos sido muy cuidadosos y respetuosos con eso, pero sin, digamos, pretender dar un mensaje o ir más allá, siempre conservando como la historia”.
Con información de EFE.