En un evento lleno de emoción y simbolismo, el Rey Carlos III (75 años), acompañado por la Reina Camila (76 años), ha viajado a Cardiff para celebrar el 25º aniversario del Parlamento galés. Este viaje marca un momento significativo en la vida del monarca, quien durante muchos años ostentó el título de Príncipe de Gales, un rol que ahora pertenece a su hijo, el Príncipe Guillermo. El Rey Carlos III se mostró visiblemente feliz y con buen ánimo a pesar de los desafíos de salud que enfrenta. Desde finales de abril, cuando el Palacio de Buckingham anunció su batalla contra el cáncer, Carlos ha continuado cumpliendo con sus compromisos públicos, apoyado por su familia. Este jueves, el monarca apareció en Cardiff con un clásico traje azul y una corbata multicolor, destacando su proximidad y afecto por la gente de Gales. Durante su discurso ante la asamblea, Carlos III reflexionó sobre los grandes cambios y logros de las últimas décadas, resaltando la relación especial que mantiene con Gales y la conexión continua de su hijo Guillermo con esta tierra. «Es un hito en un viaje que he tenido el privilegio de compartir con vosotros, en tiempos de grandes cambios, profundo dolor y tremendos logros», expresó el Rey. También recordó su propia investidura como Príncipe de Gales, llevada a cabo por su madre, la Reina Isabel II, en el castillo de Caernarfon en 1969. La Reina Camila también jugó un papel destacado durante la celebración. Conocida por su elegante estilo, Camila asistió al evento en Cardiff con un vestido abrigo rosa de Anna Valentine, el mismo que usó en la boda del príncipe Harry y Meghan Markle en 2018. Este gesto de reciclaje de moda no solo demostró su compromiso con la sostenibilidad , sino también su intención de dar continuidad y respeto a los eventos familiares significativos. Camila, siempre al lado de Carlos, también se mostró cercana y cariñosa con los asistentes, especialmente con los niños que esperaban su llegada. La reina ha sido un apoyo constante para Carlos durante estos tiempos difíciles, fortaleciendo su imagen pública y la unidad de la familia real. El evento contó con momentos emotivos, como la actuación de un coro juvenil que cantó para los asistentes, simbolizando la esperanza y la continuidad de las tradiciones galesas. Además, Carlos III hizo un guiño especial a su hijo Guillermo, quien también ha mantenido una relación cercana con Gales, recordando su tiempo en Anglesey y su reciente visita a la base aérea de la RAF. «A pesar de todo, mi respeto y afecto por la gente de esta antigua tierra se han profundizado con cada año que pasa. Es un gran placer ver que continúa la relación de mi hijo [el príncipe Guillermo] con esta tierra especial», manifestó el monarca. Este aniversario no solo marca un cuarto de siglo del Parlamento galés, sino también un testimonio del compromiso continuo de la Familia Real con las tradiciones y la gente de Gales. A pesar de los desafíos personales y de salud, Carlos III y la Reina Camila han demostrado una vez más su dedicación y afecto por esta región, dejando una impresión duradera en todos los que asistieron al evento.