Durante su visita a Chuquicamata, donde conmemoró el Día de la Dignidad Nacional, que recuerda la nacionalización del cobre, el Presidente Gabriel Boric envió un mensaje a quienes “de tanto en tanto” proponen privatizar Codelco y acusan que es una empresa ineficiente en sus resultados.
En el marco de su discurso, el Mandatario declaró que “de tanto en tanto surgen voces de algunos sectores de la derecha chilena y uno que otro extraviado por ahí que llaman a privatizar Codelco o parte de él. Sepan que no lo vamos a permitir”.
En esa misma línea, planteó que “Codelco no solo no se privatiza, sino que además avanza en nuevas funciones y en nuevas exploraciones”.
Asimismo, destacó que la empresa “está avanzando en otra industria clave para la transición energética: el litio. En esto es importante avanzar con alianzas público-privadas”.
El Presidente Boric recordó que cuando se anunció la Estrategia Nacional del Litio, fue motivo de debate: “Y en el sector del gran empresariado chileno no cayó bien, pero no importa porque no le caemos bien (…) tenemos que trabajar juntos porque la colaboración público-privada es necesaria”.
“Pero acá las decisiones se toman soberanamente por los gobiernos soberanamente elegidos. Y la decisión de que en los salares estratégicos el Estado tenga participación mayoritaria, y Codelco va a ser fundamental en aquello, fue una decisión de la que me enorgullezco”, aseveró.
Desde inicios del siglo XX, los principales yacimientos de cobre de Chile eran explotados por capitales norteamericanos, como la Kennecott Copper Company, en El Teniente, y Anaconda Copper, en Chuquicamata. Estas compañías se beneficiaban de forma casi exclusiva de las utilidades de la minería del cobre. En los años 50, surgieron críticas a esta situación, a partir del bajo aporte de las compañías extranjeras a la economía nacional, el régimen de propiedad de sus operaciones o el no pago de impuestos.
En 1951, los senadores comunistas Salvador Ocampo y Elías Lafertte presentaron un proyecto de nacionalización de la gran minería del cobre. Asimismo, Salvador Allende junto a otros seis senadores socialistas presentaron en 1961, un proyecto completo de nacionalización del cobre.
En 1964, el presidente Eduardo Frei Montalva, inició la “chilenización del cobre”, y luego la “nacionalización pactada”. Esto llevó al Estado a controlar el 51% de la propiedad de Chuquicamata, El Teniente, Andina, Exótica y Salvador, y a fiscalizar sus actividades a través del directorio. La operación en terreno quedó a cargo de las compañías norteamericanas.
Con la elección de Salvador Allende, se inició la nacionalización y estatización de la minería del cobre. El 21 de septiembre de 1970, el presidente Allende envió al Congreso la ley n° 17.450, cuyo objetivo era modificar la Constitución de 1925 y establecer que el Estado tiene el dominio de las minas, salares, depósitos de carbón e hidrocarburos, entre otros.
El 11 de julio de 1971 el Congreso aprobó esta ley por unanimidad, con muy pocas modificaciones. En dicha fecha, el presidente Salvador Allende realizó una concentración con mineros en El Teniente, donde planteó que la nacionalización del cobre era “la segunda independencia nacional”.
Con la nacionalización del cobre, en 1971 se creó la Corporación del Cobre de Chile. Las minas Chuquicamata, Andina, Salvador, El Teniente y Exótica, originalmente de empresas extranjeras, pasaron a ser propiedad del Estado de Chile.
Su administración quedó en manos de la Corporación del Cobre. En 1976, la Corporación se divide en Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco, como empresa productiva) y la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco, como organismo técnico y asesor).
Posteriormente, Codelco inició operaciones lideradas desde su origen por chilenos, con las minas Radomiro Tomic (1998), Gabriela Mistral (2008) y Ministro Hales (2013).
La contribución de Codelco al Estado entre 1971 y 2023 corresponde a 158 mil millones de dólares. Esto representa el 8% de los ingresos del gobierno central en dicho período.