España estará presente en el último partido de la Eurocopa. Concretamente, la final de la competición la disputará La Roja contra Inglaterra, que ganó ayer ante Países Bajos por 1-2, en próximo domingo 14 de julio a partir de las 21:00 horas, en el Estadio Olímpico de Berlín.
El combinado de Luis de la Fuente ha llegado después de enfrentarse y ganar ante selecciones de la magnitud de Croacia, Italia, Alemania y, el pasado fin de semana, ante Francia, a la que ganó por 2-1 gracias a los goles de Lamine Yamal y Dani Olmo. Inglaterra, por su parte, y además de a la mencionada Países Bajos, ha eliminado a Suiza y Eslovaquia.
Ante la gran cita, un gran número de aficionados de ambos países querrán, como no puede ser de otra manera, ir a ver presencialmente el partido a la capital germana. Antes de proceder con la compra, es importante tener en cuenta qué tipo de boleto necesitamos.
Desde el inicio de la competición, los boletos para ver los partidos se han ido encareciendo, yendo desde un rango de 30 a 300 euros en la fase de grupos hasta estar entre 80 y 900 euros en las semifinales del torneo. Por tanto, es fácil suponer que, como en todo torneo, en la final serán más caras que en la ronda anterior.
Según la propia UEFA, que es cuya web donde se podían conseguir los boletos para la final, existen cinco estilos distintos de entradas, con los siguientes precios:
Lamentablemente, ya no hay entradas de ningún tipo, con lo cual dejan como restantes las opciones más costosas, que son los paquetes VIP de hospitalidad, a la venta con los siguientes precios, accesibles solo para un pequeño porcentaje de la población:
En conclusión, las entradas más accesibles ya están agotadas, con lo cual los que más poder adquisitivo tengan o más hayan ahorrado a lo largo de estos años podrán permitirse ir presencialmente al estadio.