Después de la caída de las reservas internacionales, producto del pago de capital e intereses de los bonos AL30 y GD30, aunque justificada la caída de reservas del BCRA sigue generando inquietud dado el menor ritmo que lo esperado para las liquidaciones de la cosecha gruesa.
De acuerdo con algunos análisis del mercado, las reservas podrían caer en julio bastante por debajo de los cálculos oficiales al conjugarse los vencimientos internacionales con una retracción de las liquidaciones de los exportadores.
Un análisis de la Fundación Encuentro concluye en que "en un escenario de retención fuerte, las reservas netas podrían terminar en julio abajo de los u$s 5000 millones". De acuerdo con el estudio, los pagos de deuda soberana y subsoberana insumirían u$s 3800 millones. Además, se ha ingresado en un período de "normalización" de pagos de importaciones, que también consumen reservas.
Mientras tanto, el campo ha ralentizado sus ventas con la expectativa de mejoras en el nivel del tipo de cambio, también afectado por la caída de los precios internacionales.
"Los commodities que exportamos están un 21% debajo de lo que fueron en 2023. Sumado a esto, los factores climáticos no ayudaron y la liquidación de la cosecha, aunque no viene mal, se encuentra por debajo de lo esperado desde el inicio del 2024", indicó Encuentro.
De acuerdo con los números difundidos la semana pasada por CIARA CEC, en junio se liquidaron u$s 1978 millones, unos u$s 634 millones debajo del nivel de mayo, y en el año la suma es de u$s 11.024, muy similar al mismo período de 2023.
"Si la retención del grano ocurre en julio y es de un 30% de lo que se liquidaría normalmente, la pérdida de reservas pasaría de u$s 3500 millones a u$s 4700 millones. En caso de que la retención fuera aún más agresiva (por ejemplo 50%) -especula-, la pérdida de reservas podría llegar a los u$s 5600 millones", indicó Encuentro.