LAS VEGAS – Puedes reunir a un equipo de All-Stars, futuros miembros del Salón de la Fama y grandes de todos los tiempos por primera vez e incluso con todo ese talento aún puede parecer… una primera vez.
«Tenemos un largo camino por recorrer», dijo LeBron James.
En realidad, al equipo de EE. UU. le quedan cuatro exhibiciones más antes de que comiencen los Juegos Olímpicos de París, para ser precisos. Pero estéticamente hablando, el partido del miércoles contra Canadá careció de estilo y gracia, y los estadounidenses esperan mucho más de sí mismos una vez que comiencen los verdaderos Juegos.
Los canadienses anotaron 11 de los primeros 12 puntos del juego en el T-Mobile Arena, con el equipo de EE. UU. inundado de errores, tiros fallidos y asignaciones desperdiciadas. De nuevo, era de esperar.
Estados Unidos se dio cuenta a tiempo para tomar el control al final del segundo cuarto, ganando ocho puntos en el medio tiempo con un triple de Anthony Edwards al sonar la chicharra y nunca volvió a estar en desventaja en una victoria de 86-72.
Con un puñado de dignatarios observando desde el lado de la corte, incluido el ex presidente Barack Obama, hubo algunos momentos destacados; un bloqueo de LeBron condujo a un triple de Devin Booker.
Y lo más vívido, una pose nocturna característica de Steph Curry después de una bandeja y-1.
Edwards lideró a todos los anotadores con 13 puntos desde el banquillo, mientras que los canadienses, después de un buen comienzo, lograron sólo un 34% de tiros.
«El primer partido fue lo que se esperaba», dijo Kerr. «Pero tendremos algunas oportunidades de resolver algunas cosas».
Los entrenadores y jugadores desiguales, a veces descuidados, no pusieron demasiado énfasis en la gran inauguración. Es sólo un comienzo.
«Diré esto: es bueno jugar partidos significativos en julio», dijo Curry.
