Este 11 de julio se confirmó el deceso de Shelley Duvall, histórica actriz estadounidense inmortalizada gracias a su trabajo en películas como “El Resplandor” y “Popeye“, a los 75 años. La noticia fue compartida por Dan Gilroy, su pareja desde 1989, a través de un comunicado difundido por el medio The Hollywood Reporter.
“Mi querida, dulce y maravillosa compañera de vida y amiga nos dejó. Ha sufrido mucho últimamente, ahora es libre. Vuela lejos, hermosa Shelley”, señaló Gilroy en el escrito, donde especifica que su muerte se debió a complicaciones relacionadas a la diabetes.
Su carrera en el cine arrancó de la mano del director Robert Altman, quien quedó encantado con su presencia tras conocerla en una fiesta mientras se encontraba filmando “Brewster McCloud” (1970) en Texas, ciudad natal de la actriz. Así, ambos comenzaron una relación artística que terminó con Duvall como protagonista de siete de sus películas posteriores.
Sin embargo, uno de sus papeles más memorables llegaría en 1980 con Stanley Kubrick, donde encarnó junto a Jack Nicholson una de las escenas más recordadas de la historia del cine moderno, aunque la experiencia en el set luego sería descrita por la actriz como una experiencia traumática. “De mayo a octubre, tuve problemas de salud constantemente. La tensión a la que me sometió el papel fue tan grande, y la tensión por estar lejos de casa, arrancada de mi hogar. Acababa de terminar una relación, todo fue muy tumultuoso”, confesó Duvall en el documental “Making of The Shining“.
A mediados de los 90 decidió retirarse de la actuación para volver a Texas. Y aunque sus últimos años estuvieron marcados por una serie de suposiciones en torno a su salud mental, el 2023 dio un cierre a su carrera actoral con un papel en el filme “The Forest Hills“.