Después del partido entre Colombia y Uruguay, que finalizó con los colombianos clasificados a la final contra Argentina en la Copa América, se desató un altercado. Algunos jugadores uruguayos, especialmente el delantero Darwin Núñez, se enfrentaron a golpes con aficionados colombianos. La Conmebol emitió un comunicado condenando enérgicamente el incidente, el cual incluyó golpes de puño. “No hay lugar para la intolerancia ni dentro ni fuera de la cancha”, afirmó la entidad. Sin embargo, no se informó si habrá sanciones para los involucrados.
La Conmebol enfatizó en su comunicado la importancia de los valores positivos del fútbol: “Nuestra labor parte de la convicción de que el fútbol nos conecta y une a través de sus valores positivos”. Aún no se sabe si se aplicarán sanciones a la selección uruguaya o particularmente a Darwin Núñez, delantero del Liverpool.
El próximo sábado, los uruguayos jugarán por el tercer puesto contra Canadá. Hasta las primeras horas del jueves, ni la cuenta oficial de la selección uruguaya ni Darwin Núñez se habían pronunciado sobre los incidentes. En redes sociales circularon imágenes que muestran a jugadores uruguayos recibiendo golpes por parte de aficionados colombianos.
Durante los casi 100 minutos del encuentro se presentaron tensiones entre los jugadores. Sin embargo, las escenas más violentas ocurrieron al finalizar el partido. Núñez, fuera de control, se enfrentó a puños con aficionados colombianos en las gradas inferiores del Bank of America Stadium, en Charlotte, California.
Videos grabados por testigos mostraron los golpes y botellazos que volaban de un lado a otro. Los defensores José María Giménez y Ronald Araujo intentaron calmar a Núñez, mientras el arquero Sergio Rochet observaba sin intervenir. En medio del caos, los jugadores uruguayos subieron a las gradas, donde Núñez intentó lanzar una silla y recibió un golpe en la cara.
El capitán uruguayo, José María Giménez, declaró a la televisión sobre los incidentes: “Las familias (nuestras) están en la tribuna. Hicieron una avalancha a todas nuestras familias, fue un sector de la hinchada de Colombia. Esto es un desastre. Nuestras familias estaban en peligro. Tuvimos que subir a la tribuna a sacar a nuestros seres queridos, con bebés, con chiquitos recién nacidos”.
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