La industria europea de baterías de vehículos ha suspendido la inversión en la expansión de capacidad de producción por valor de 158 gigavatios hora ante el deterioro de las ventas, según muestra este martes una encuesta elaborada por la consultora de baterías de litio SC Insights. Estos proyectos suspendidos o pospuestos, en el mejor de los casos, habrían alimentado a más de dos millones de vehículos eléctricos al año. Sin embargo, ante la caída de los pedidos por parte de los fabricantes, la industria se ha visto obligada a dar marcha atrás, ya que la competencia china ha arrebatado cuota de mercado a los fabricantes comunitarios. Los fabricantes automovilísticos europeos han dado marcha atrás en sus planes de electrificación después de que las ventas de vehículos de batería hayan crecido apenas un 2,4% en la región durante los primeros cinco meses de 2024, es decir, unas 800.000 unidades más, en comparación con el año anterior. A pesar de ello, una señal de deterioro de la demanda fueron las ventas de eléctricos registradas en mayo a nivel europeo que se desplomaron un 11% en términos interanuales, según datos de CRU Group. Durante los últimos meses, los fabricantes de baterías para vehículos en Europa han sufrido una serie de reveses importantes. Northvolt lanzó la semana pasada una revisión estratégica de su plan según la cual anunció la suspensión de la construcción de sus nuevas fábricas en Alemania, Canadá y Suecia. La decisión de la empresa nórdica se produjo después de que el grupo perdiera un contrato de 2.000 millones de euros con BMW tras no conseguir aumentar la producción con la suficiente rapidez como para hacer frente a los pedidos efectuados por el fabricante. Por su parte, PowerCo, la división de baterías de Volkswagen, pospuso indefinidamente el año pasado la decisión de construir una cuarta planta de baterías en el viejo continente después de haberse propuesto en 2021 construir seis fábricas para 2030. Incluso algunas empresas chinas se han ido de Europa. En mayo, la china Svolt abandonó sus planes de construir una planta de baterías en Alemania, alegando incertidumbre sobre la planificación, los aranceles y los subsidios, así como la pérdida de un cliente importante del que no llegó a trascender el nombre. ACC, la 'joint venture' para la fabricación de baterías entre Mercedes-Benz, Fiat y Stellantis, también detuvo el trabajo en sus gigafábricas alemanas e italianas el mes pasado alegando la necesidad de investigar nuevas tecnologías con menores costes operativos.