Taylor Swift y Bruce Springsteen fueron los encargados de abrir la temporada de conciertos en España. Las fans de la cantante estadounidense saben cuál es el dress code para asistir a sus recitales: mini falda de volantes, botas cowgirl , top de lentejuelas y sombrero vaquero. En el caso de El Boss, lo ideal es vestir camiseta blanca, vaqueros y llevar una bandana burdeos en la muñeca o una gorra roja en el bolsillo trasero de los Levi's 501, imitando la portada de ' Born in the USA' . Sin embargo, para el resto de recitales, ya sea el de Luis Miguel o el de 'La Casa azul', lo suyo es vestir de negro con algún toque vaquero . Así vimos ataviadas a las groupies del cantante mexicano, en la entrada al concierto del Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Susanna Griso cumplió con la norma cromática, pero el top era más de invitada a boda civil y las gafas de sol, para un look de terraza ibicenca. Los pendientes también eran pura distorsión, porque no casaban nada con el estilo de las prendas y era más de festival estilo Woodstock. Llegados a este punto hay que diferenciar entre un concierto en un estadio de ciudad grande y un festival de música, como los que arrancan ahora, tipo Mad Cool . Para estas jornadas interminables, el look es otro, más imaginativo, hippy, con sombreros de ala ancha, prendas de croché y volantes y botas de flecos. En este tipo de combinaciones, los pendientes de Griso casan a la perfección. Por el contrario, las Martín Berrocal iban a ver a Luis Miguel en código correcto y muy fashion: Vicky , con bolso de Chanel y Rocío, de Balenciaga . Ambas con un top bralette para no asarse de calor, pero con prendas exteriores armadas de hombros. Un olé por las super hermanas, siempre tan divinas. En cambio, la hermanísima de Pé, es decir, Mó vestía algo raruna, ya que la cazadora vaquera desteñida y con estrellas de lentejuelas no pegaba ni con cola con el vestido embutido y un tanto folclórico por la costura central. Esta prenda la veo yo más de concierto reguetonero que de una sesión de Luis Miguel . Si hablamos de festivales , necesitan saber que acaba de celebrarse el Resurrection Fest , El Resu para los amigos adoradores de la música metal, punk y hardcore. La estética de los que peregrinan hasta Viveiro (Lugo) cada año por estas fechas es muy gótica e imaginativa, cargada de una imagen tan fuerte como llamativa , muy del signo subcultural de estos tiempos. Justo cuando Alice Cooper, The Offspring o Megadeth ponían el grito de sus guitarras eléctricas en el cielo, Balenciaga presentaba su colección de Alta Costura. Llámenle casualidad o ironía metalera, el caso es que las propuestas de la firma de moda, hechas muy en serio, no en serie, se convertían en los looks perfectos para la convocatoria gallega. Para conseguir una estética más rockera sin caer en el gótico reconcentrado y distorsionado de Demna Gvasalia, el look completamente negro funciona a la perfección y más si te toca estar encima de un escenario tal y como hemos visto esta semana a Carla Bruni y a Enrique Bunbury . La primera dama de la canción ñoña francesa vistió un pantalón de cuero y blusa de seda, todo negro y de buena calidad, salta a la vista en las fotos, por el brillo del material y el tejido. En el caso del cantante zaragozano que quiere parecerse a Jim Morrison (The Doors), el traje con vivo de tachuelas es de lo más apropiado para su estilo de música y además le queda como un guante, porque tiene, además de buena voz, muy buen tipo. Ya saben, para no dar el cante en los conciertos, lo mejor es que vayan de negro , que los tejidos sean tan buenos como discretos y póngale al look algún toque vaquero . Para filigranas fashionistas y disfraces varios, siempre nos quedarán el último desfile de Alta Costura de Balenciaga y los asistentes a los festivales actuales, que nunca serán como aquel de Woodstock del 69.
