«Para nosotros siempre es una felicidad volver a nuestro Teatro de la Zarzuela, y lo que vamos a hacer es poner en escena dos diamantes de la corona del Ballet Nacional en su escenario para que las nuevas generaciones sigan disfrutando y para que sigamos bailando esos ballets que interpretándolos nos dan nuestro sello propio», esto afirma Rubén Olmo, director del Ballet Nacional de España, que, del 17 al 28 de julio, vuelve al coliseo con «Generaciones», un espectáculo que reúne dos coreografías que ya estaban en el Ballet Nacional y dos de sus piezas más emblemáticas. «Abrimos con “Ritmos”, una composición de José Nieto y coreografía de Alberto Lorca.
Estrenada en 1983, es un espectáculo visual en cinco movimientos dedicado a Encarnación López “La Argentinita”, que es una mezcla perfecta entre coreografía, música, vestuario e iluminación, una de las piezas históricas del Ballet Nacional que hemos bailado todas las generaciones desde su estreno con la dirección de María de Ávila y ahora volvemos a presentar», explica el director. «Después habrá dos solos para bailarina solista, que se turnarán por días haciendo de puente entre “Ritmos” y “Gritos”. El primero es “Pastorela”, con coreografía de Antonio Ruz, una pieza nueva hecha para este programa con composición musical de Manuel Blasco Nebra, sevillano del siglo XVIII, y que será interpretada por la bailarina Inmaculada Salomón. El segundo es “Jacaranda”, una coreografía mía, con música de Alberto Ginastera e interpretación de Débora Martínez, que es una simbiosis entre la esencia de la naturaleza y la mujer».
Simbiosis perfecta
«Después seguimos con el programa de “Gritos”, estrenada en 1997 bajo la dirección de Victoria Eugenia, Nana Lorca y Aurora Pons, una coreografía creada por Antonio Canales para el Ballet Nacional, que repasa diferentes palos del flamenco. Una pieza muy importante desde su estreno –significa el director– porque la hemos bailado todas las generaciones que hemos pasado por aquí y donde Canales pone una suite flamenca nueva en ese momento, que retiraba la más antigua que tenía el Ballet que era de Juan Quintero, Martín Vargas y demás, y supone también una simbiosis perfecta entre coreografía, música, iluminación y vestuario». Y añade Olmo: «Para reforzar este programa hemos invitado a Mónica Fernández, Pol Vaquero y “El Junco”, un bailaor que nos recuerda al Canales de la época».
«Generaciones» nace de la necesidad de reivindicar o de recuperar a los clásicos pero sin perder las nuevas tendencias, tratando de reflejar la evolución de las propuestas de unas generaciones a otras. «Eso es lo que he pretendido siempre con el Ballet, buscar la vanguardia, como con “Afanador”, estrenado esta temporada, pero intentando también no perder nuestros cimientos, ir jugando con ambos conceptos porque creo que en el Ballet debe no perder la tradición, aunque ser asimismo el corazón de las nuevas tendencias y de la vanguardia», concluye.