Entre las novedades de los sanfermines podemos contar justo lo que acaba de ocurrir hoy. El debut de la ganadería salmantina de Domingo Hernández siempre que lo tengamos en cuenta como hierro titular. La única debutante de todos los días de toros, que nos han precedido y de los que nos quedan.
La divisa salmantina ocupa el lugar de la gaditana Núñez del Cuvillo, que había desfilado por esta plaza los últimos seis años.
Este debut se da en unas circunstancias peculiares, dado que es la primera vez que Domingo Hernández lidia separado de su hermano, Garcigrande (Justo).
Si ayer la de Fuente Ymbro cumplió el encierro más veloz de todos los que llevamos lejos nos quedan las referencias de esta ganadería. También para los corredores que miran al pasado para saber cómo se suelen comportar los toros. En cambio, por la tarde fue la más triunfalista de toda la Feria del Toro de Pamplona, hasta ahora.
Pamplona volvió a vivir las calles desiertas, por decir algo, porque Pamplona durante los sanfermines nunca jamás es un desierto. Solo que tiene la hora mágica en la que la gente vuelve a casa o va de empalme al encierro y se encuentra con aquellos que van más frescos al encuentro. Y entonces entra en juego el miedo y lo pone todo del revés. Y en esa mezcla de vino pasado, de copas trasnochadas, y de incertidumbre Pamplona es tan única.
Es exactamente lo mismo que se vive entre la plaza de toros y las calles del encierro en la hora previa a que este se produzca. De siete a ocho de la mañana, Pamplona es un roto para las emociones. Porque es otra. Nada tiene que ver con la fiesta que nos arrollará, incluso agobiará, (a los que estamos trabajando) el resto del día.
Una vez que en la plaza se baila, se canta y se besa. Plaza y recorrido conectan para cantar/rezar a San Fermín. Tres ocasiones. Tres. Hasta que el cohete nos unifica a todos y ya sabemos que no hay marcha atrás y los toros ya han salido de los Corrales. Los de Domingo Hernández están en la calles. Subiendo la cuesta de Santo Domingo. Dominando su mundo y el nuestro. Una carrera que sí la de ayer había sido la más rápida ha sido superada. Liderada por un toro, que ha propiciado carreras explosivas. A pesar de ello la manada se ha disgregado en algunos tramos, pero no ha llegado a separarse y ha llegado reunida a la plaza. El encierro se ha culminado en apenas 2 minutos y 13 segundos.
El primer parte de heridos recoge la petición de siete traslados al Hospital Universitario de Navarra, ninguno de ellos por herida de asta.
Tres de ellos en el tramos de Mercaderes: dos por una contusión maxilofacial, y otra por una deformidad en el brazo. En el tramo de Telefónica han atendido a los corredores, uno por una deformidad en pierna y otro sin deformidad, también en pierna
Finalmente en la plaza de toros, un corredor ha sido trasladado al Hospital Universitario de Navarra por un pisotón en la espalda y otro por un traumatismo craneoencefálico con pérdida de conocimiento.
A las 18:30 saltarán al ruedo y ya de uno en uno los toros de Domingo Hernández. Los valientes que se verán las caras a solas con ellos son Alejandro Talavante, Daniel Luque y Juan Ortega, que hace su debut en esta plaza.
Los toros se podrán ver como cada tarde en la plataforma de OneToro.
