Desde los diez años Waseem Abu Sal ya soñaba con poder participar en los Juegos Olímpicos , y ahora su sueño se cumplirá. Una «wildcard», o invitación formal, le ha permitido luchar como uno más por conseguir la primera medalla histórica para Palestina en unos Juegos Olímpicos. Su gran cita para el primer combate será el próximo 28 de julio, sin embargo la preparación no está siendo nada fácil debido a la grave situación en Gaza. Su entrenador Ahmed Harara no puede llegar hasta Cisjordania debido a las fuertes restricciones impuestas por Israel. «Sólo lo veo cuando viajo para participar en competiciones internacionales», asegura Waseem. Los entrenamientos están diseñados y coordinados a distancia mediante mensajes por Ahmed, sin embargo es su entrenador local, Nader Jayousi, quien le supervisa personalmente: «Él (Ahmed) escribe mi programa de entrenamiento todos los días, y yo entreno por la mañana y otra vez por la tarde con Nader». La participación de Waseem en París 2024 es «todo un orgullo para Palestina», tal como expresa Nader Jayousi, y más aún por la falta de boxeadores realmente competitivos con los que poder entrenar de fronteras para dentro. Salir a otros países a competir es un imposible, puesto que muchos de ellos niegan la visa a pasaportes palestinos. Por tanto, la única vara de medir que tiene Abu Sal es superarse diariamente a sí mismo. «Todos los días me iba a dormir y me despertaba pensando en cómo podía llegar a los Juegos Olímpicos», y por fin, el 28 de julio, el joven Waseem despertará en París con su sueño hecho realidad.