Por naturaleza, Debray no es del municipio villaclareño de Manicaragua, pero quedó inscripto por adopción desde su llegada a la Casa de niños sin amparo familiar hace algunos años.
Y mientras cursaba sus estudios primarios, ocurrió el acertado descubrimiento en el seminternado Alfredo González, de la localidad de La Campana, por los entrenadores de remo de la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Héctor Ruiz Pérez de Santa Clara, durante el proceso habitual de captación.
Entonces comenzó el arranque de su preparación como alumno de la institución deportiva.
Con sus condiciones físicas, entrenamiento y voluntad a su favor, el remo villaclareño adquiría un triunfador nato desde sus inicios competitivos, que abrió con medallas de oro y plata.
Y la hazaña el atleta de 15 años la termina de lograr en estos Juegos Escolares Nacionales, al conquistar a puro corazón tres medallas de oro, en las modalidades de doble par, cuatro y ocho con timonel, momentos en que cada remada constituía una demostración de su valía.
Y como testigos y cómplices de Debray Pérez Ofarril, siempre estuvo en Cienfuegos, lugar de la competencia, su familia adoptiva, esa que vibró de orgullo ante cada actuación del hijo que consolida el inicio de su historia como campeón deportivo y de la vida.
Así, el jovencito corralillense por origen y manicaragüense por honorífica adopción se acentúa como prospecto con perspectiva inmediata para estrenar una camiseta del equipo nacional, según su tránsito por el reino de los triunfos.
Y sus más fieles seguidores, quienes conviven con él en la Casa de niños sin amparo familiar, estarán listos para aplaudir ese otro gran momento, que equivale a una medalla doble de oro: por exitosas competencias en el agua y también superando obstáculos de la vida.
Al joven remero nunca le ha faltado el apoyo de sus seres más cercanos. Foto: Tomada de su perfil de Facebook