En julio de 2022, a través de un oficio, el Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) rechazó una propuesta que planteó la concesionaria Lima Airport Partners (LAP) para que el aeropuerto Internacional Jorge Chávez cuente con dos terminales en el año 2025.
A modo de justificación, la mencionada compañía puntualizó que la nueva edificación podría descongestionar las avenidas Faucett y Morales Duárez. Incluso aseguró que habría mayor área operativa y comercial para la oferta de servicios. Así pretendían privilegiar la competitividad en beneficio de los usuarios.
También pormenorizaron que en cada una de las terminales se atenderían vuelos nacionales e internaciones. Hasta garantizaron un servicio gratuito de transporte que circularía por las vías internas del aeropuerto para facilitar el traslado de un terminal a otro.
"Para el 2025 tenemos proyectado recibir a 27 millones de pasajeros. Nuestra oferta es tener para ese entonces un nuevo Aeropuerto Jorge Chávez, con dos terminales en operación, dos pistas de aterrizaje y una nueva torre de control que permiten recibir hasta 37 millones de personas. Vamos a ofrecer una operación moderna", argumentó Juan José Salmón, gerente general de LAP.
Aún así, los órganos técnicos del Ministerio de Transporte y Comunicaciones vieron con malos ojos el proyecto de Lima Airport Partners, porque en medio de ambas terminales se encuentra la pista de aterrizaje.
A pesar de la tajante decisión del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, el arquitecto Bryan Castillo Dávila analizó la situación y detalló qué beneficios habría si el aeropuerto Internacional Jorge Chávez cuenta con dos terminales.
"Evidentemente, la propuesta de tener dos terminales favorece la distribución del flujo vehicular de una manera homogénea. Y al tener una terminal por la avenida Santa Rosa se generaría un eje de interés para el desarrollo económico, inmobiliario, turístico, cultural y comercial", reflexionó.
Es más, señaló que, al ser una vía totalmente urbanizada y consolidada que posee más de mil árboles, el país recibiría un flujo inigualable de pasajeros nacionales e internaciones. "Pueden aparecer nuevos equipamientos turísticos, hoteleros y culturales para complementar y enriquecer la vida urbana que ya existe en este importante eje de espacio público de la urbe chalaca", afirmó.
Recalcó que la avenida Santa Rosa, donde se tiene pensado construir el segundo terminal, aparece como un eje de desarrollo tanto económico como sociocultural y turístico no solo para el Callo sino también para el Perú.
El arquitecto Bryan Castillo Dávila se encargó de realizar una serie de problemas que se ocasionaría si el aeropuerto internacional Jorge Chávez sigue con un solo terminal.
Cabe mencionar que el actual terminal tiene una distancia de 200 metros desde la puerta de la calle hasta el ingreso al terminal. En el nuevo terminal se tiene una distancia de 2 km desde la puerta de la calle hasta el ingreso al terminal. De tener un único terminal, la dinámica de pedir un taxi hasta la puerta del aeropuerto, para ingresar caminando por todo el estacionamiento hasta el terminal y así ahorrar en el costo del traslado, tendrá a muchos caminando 2 kilómetros con sus maletas para llegar a la nueva y única terminal del Jorge Chávez.