Inglaterra se ha acostumbrado a vivir con el miedo en el cuerpo en esta Eurocopa y a sobrevivir a esa sensación para terminar los partidos sonriendo. En todos los cruces ha empezado por detrás en el marcador. Contra Eslovaquia en octavos empató en la última jugada del encuentro con la chilena de Bellingham para sentenciar en la prórroga y contra Suiza en cuartos se recuperó del primer tanto para avanzar en los penaltis. Países Bajos (puede ver aquí la ficha y el minuto a minuto del partido) mantuvo la rutina en las semifinales y en una de las primeras acciones del duelo se puso por delante. Xavi Simons, que en este torneo ha mostrado maneras, pero con la sensación de quedarse a medias, robó una pelota en la zona de tres cuartos y desde el borde del área remató de maravilla, para desesperación de Pickford, que poco pudo hacer. Le salió un remate arriba impecable y la "Oranje" ya tenía un gol de ventaja antes de merecerlo.
A Inglaterra le tocaba volver a remar y se hizo con el mando del encuentro a su manera: con mucho balón pero sin demasiada claridad. Países Bajos se resignó a meterse demasiado atrás e intentar aguantar y los ingleses no encontraban caminos claros hasta que el VAR decidió que la entrada de Dumfries después del disparo de Kane tenía que ser revisada. El colegiado, Felix Zwayer, se fue al monitor y consideró que el plantillazo del lateral era penalti. No perdonó Kane con el lanzamiento desde los once metros, a su lado natural, pero tan pegado al poste que por mucho que Verbruggen acertara la dirección fue imposible que llegara al balón.
Esta vez Inglaterra no tardó mucho en recortar el gol en contra y el resto de la primera mitad siguió siendo suya. Dumfries se resarció de su imprudencia salvando el segundo gol literalmente bajo la línea de gol, después de que Foden se colara tras una gran acción de Mainoo. El extremo inglés también se estrelló con el poste, como el propio Dumfries en una jugada a balón parado. En eso empataban, como en el marcador.
El arranque de la segunda parte siguió con el dominio de Inglaterra, pero más comedida, sin asumir muchos riesgos, y con los chispazos de Países Bajos. Una falta lejana terminó en el remate de Van Dijk que paró Pickford de forma fantástica. Fue como el punto de partida de unos minutos en los que el encuentro cambió de dueño y los naranjas tuvieron un rato más la pelota. También se estaba tomando un descanso el equipo de los «Tres Leones», que pronto recuperó el guion anterior, pero con matices. Inglaterra buscaba el gol con un dominio adormecedor y Países Bajos lo hacía saliendo a la carrera. Gakpo empezó a aparecer más, con espacios, y en el campo ya estaba Weghorst para intentar cazar algún balón en el área. Cantó victoria Inglaterra cuando Saka mandó a la red el pase de Walker, pero el defensa estaba adelantado y el tanto no subió al marcador.
Bellingham no estaba teniendo mucho peso en el encuentro, pero que esta es la Inglaterra Jude quedó claro en el siguiente movimiento de Southgate, que decidió refrescar su ataque con Palmer y Watkins y los jugadores sustituidos fueron Foden y Harry Kane. Los cambios terminaron siendo decisivos, porque el delantero del Aston Villa se hizo hueco ante De Vrij cuando estaba comenzando el descuento y se sacó un tiro cruzado que mete a Inglaterra en la final. Marcó cuando ninguno de los dos equipos quería ser muy osado.
Inglaterra ha llegado donde se suponía que iba a hacerlo y es un desafío para España: no juega bien, pero nadie ha sido superior a ellos.