Inglaterra tiene un nuevo héroe. Ollie Watkins, casi de la nada y en el descuento, se marcó una maniobra espectacular para llevar a su país a su segunda final consecutiva de la Eurocopa, esta vez contra España en Berlín, y dejar por el camino a Países Bajos, que empezó marcando pronto pero terminó siendo remontada de forma cruel (1-2).
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