El presidente francés Emmanuel Macron se ha dirigido a la nación a través de una carta publicada este miércoles 10 de julio en la prensa regional, tres días después de la estrepitosa derrota en las urnas del Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, formación a la que la mayoría de los sondeos otorgaba una mayoría relativa en la Asamblea Nacional tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas anticipadas. La victoria contra todo pronóstico del Nuevo Frente Popular (NFP), una sólida alianza de izquierdas conformada por insumisos, socialistas, ecologistas y comunistas, frenó a la extrema derecha, agudizó la fractura política en tres frentes y dificultó aún más la gobernabilidad al quedar lejos de la cifra mágica de 289 escaños que marca la mayoría absoluta.
En su misiva, Macron [[LINK:INTERNO|||Article|||668c933c753fb0e4804f12fb|||sostiene que «nadie» resultó vencedor]] en las legislativas. «Ninguna fuerza política obtuvo una mayoría suficiente, y los bloques o coaliciones surgidos de estas elecciones fueron todos minoritarios. Divididos en la primera vuelta, unidos por retiradas mutuas en la segunda, elegidos gracias a los votos de sus antiguos adversarios, sólo las fuerzas republicanas representaban una mayoría absoluta», argumenta el presidente. Motivo por el que solicita a las fuerzas políticas «que se reconocen en las instituciones republicanas, el Estado de derecho, el parlamentarismo, la orientación europea y la defensa de la independencia de Francia» que «construyan una mayoría sólida, necesariamente plural».
Solo así, explica Macron, «decidiré sobre el nombramiento del primer ministro». Hasta ese momento, añade, «el Gobierno actual seguirá ejerciendo sus responsabilidades y se encargará de los asuntos corrientes, como es tradición republicana». Así, el jefe de Gobierno más joven de la V República, Gabriel Attal, que presentó el lunes su dimisión –como suele ser habitual– tras la publicación de los resultados, continuará en funciones. «Esto significa dar un poco de tiempo a las fuerzas políticas para que elaboren estos compromisos con serenidad y respeto mutuo», escribe Macron.
«La prolongación de Gabriel Attal al frente del Gobierno podría sonar como un intento de borrar el resultado del domingo. Sería democráticamente inaceptable que se tratara simplemente de un rodeo para no proponer un candidato del Nuevo Frente Popular al puesto de primer ministro», recoge el comunicado emitido por la alianza de izquierdas horas antes de la carta de Macron. «Advertimos solemnemente al presidente de la República contra cualquier intento de secuestrar las instituciones».
Los miembros del Nuevo Frente Popular, aunque aún no han anunciado a un candidato mientras prosiguen las negociaciones internas, aseguran estar listos para gobernar «a partir de mañana», aplicando el programa conjunto que llevaron a la campaña. «Lo aplicaremos, fieles al compromiso que contrajimos con el pueblo francés, excluyendo cualquier coalición contra natura, en el marco de una democracia refundada en la que el Parlamento habrá recuperado todo su lugar y la sociedad civil y las fuerzas sociales y asociativas estarán plenamente implicadas», añade la nota.
Desde La Francia Insumisa (LFI), su divisivo líder, Jean-Luc Mélenchon –que tampoco está 100 por ciento descartado aunque ha prometido que no será un problema– ha dicho que también tiene candidatos a proponer, como la jefa de su grupo parlamentario, Mathilde Panot. En el campo macronista, sin embargo, la resistencia a apoyar un Gobierno que incluya o esté liderado por LFI genera mucho rechazo, tanto es así que hoy diversos miembros del aún vigente gobierno macronista insinuaron que la alianza tiene que ser entre la izquierda y a derecha menos radicales.
