Los misiles de crucero de largo alcance Kh-101 que golpearon Kiev el pasado lunes volaban a una altitud extremadamente baja . El Kh-10 es a día de hoy uno de los proyectiles más avanzados del arsenal ruso. Pueden evadir radares y sus sistemas de guías avanzados aseguran de forma muy precisa que alcance su objetivo. Rusia utilizó uno de estos misiles para atacar el mayor hospital pediátrico de Ucrania . Los restos del misil fueron analizados por expertos ucranianos que encontraron componentes occidentales, según las declaraciones de funcionarios ucranianos al 'Financial Times'. La mortífera ofensiva aérea de Moscú asesinó a 34 personas , incluidos niños, solo en la capital de Ucrania. «La tecnología occidental les facilita construir estos misiles más inteligentes que permiten que sus ataques terroristas eviten nuestras débiles defensas aéreas», dijo al rotativo británico Olena Bilousova, investigadora principal de sanciones en el Instituto KSE en Kiev. Rusia ha estado utilizando tecnología no destinadas al uso militar producidas por empresas occidentales desde 2022. La mayoría de los componentes de fabricación occidental —como microprocesadores— se emplean en la modernización de los proyectiles lanzados contra las ciudades ucranianas. Las autoridades de Kiev dieron la voz de alarma en enero de 2024, cuando una investigación interna reveló que el «95% de todas las piezas encontradas en las armas rusas en el campo de batalla procedían de productores de países de la coalición, y el 72% procedía de empresas con sede únicamente en Estados Unidos». El último ataque masivo ruso contra siete ciudades de Ucrania provocó la muerte a 41 civiles y dejó un reguero de más de cien heridos. Las autoridades de Moscú, como ya es costumbre, niegan su autoría en el bombardeo del hospital de Kiev. Rusia sostiene que los sistemas de defensa antiaérea de Kiev son los responsables. Y, como de costumbre, los funcionarios del Kremlin tampoco no aportaron ningún tipo de prueba que sostenga sus afirmaciones. La ONU señala que es «muy probable» que haya sido el mísil ruso el que destruyó una de las plantas del centro médico. «El análisis de las imágenes de vídeo y la evaluación realizada en el lugar del incidente indican una alta probabilidad de que el hospital infantil sufriera un impacto directo en lugar de recibir daños debido a un sistema de armas interceptado», dijo el martes a los periodistas Danielle Bell, jefa de la Misión de Monitoreo de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania. El ataque al hospital infantil de Kiev fue la antesala de la Cumbre de la OTAN que comenzó el 9 de julio en Washington. La defensa y el apoyo a largo plazo a Ucrania van a ser uno de los temas centrales de este encuentro entre los aliados, que marca el 75 aniversario de la fundación de la organización defensiva occidental. Kiev no va a recibir una invitación formal para iniciar su camino a la membresía, pero Zelenski y su equipo ya recibieron buenas noticias: los socios acordaron suministar a Ucrania sistemas que ayuden a blindar los cielos del país por un valor de 1.000 millones de dólares. Estados Unidos, junto a otros nueve miembros de la Alianza Atlántica, entregarán a Ucrania «docenas» de sistemas de defensa aérea durante los próximos meses, incluidos cuatro nuevos sistemas Patriot, informó la Casa Blanca en un comunicado. El texto de acuerdo señala que Canadá, Noruega, España y el Reino Unido enviarán al país invadido por el ejército ruso sistemas de defensa aérea táctica a Ucrania, incluidos NASAMS, HAWKs, IRIS T-SLM, IRIS T-SLS y sistemas Gepard. La OTAN cumple así una de las principales demandas de Kiev. Pero Zelenski tiene otro objetivo que alcanzar en la histórica reunión: devolver el golpe a Rusia . Kiev quiere obtener el permiso para atacar con armamento occidental los aeródromos militares rusos desde los que despegan los aviones que lanzan los proyectiles contra Ucrania. Hasta ahora, las fuerzas defensoras solo pueden alcanzar el territorio ruso circundante a la frontera de las regiones ucranianas de Járkov y Sumy. «Imagínense cuánto podemos lograr cuando se levanten todas las restricciones», sentenció Zelenski. El líder del país en guerra sostiene que el uso sin restricciones de armamento de largo alcance proporcionado por Estados Unidos «limitaría significativamente las acciones rusas en el sur», facilitando la expulsión de las tropas invasoras.