Las familias españolas han aumentado la riqueza financiera en casi un 10%, al menos si se mide por la diferencia entre ahorros y deudas que acumulan. En concreto, aumentó un 9,77 % en el primer trimestre del año respecto en tasa interanual, con lo que alcanzó un nuevo récord y superó los 2,1 billones de euros. En los últimos tres meses, ese incremento ascendió un 2,73%.
Así los constatan las Cuentas Financieras de la economía española publicadas por el Banco de España, que muestran que los activos financieros de los hogares -correspondiente a dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- aumentaron un 6,7% frente a un año antes, hasta superar los 2,88 billones de euros. Este aumento reflejó una revalorización de 125.000 millones de euros y una adquisición neta de activos financieros de 55.000 millones de euros en el año.
Esta revalorización de activos se concentró principalmente en el incremento de las participaciones en el capital y en fondos de inversión y, en menor medida, por los valores representativos de deuda y los depósitos. El ascenso de los activos financieros de estos sectores fue menor que el del PIB, con lo que en relación a esta variable la ratio se redujo en 0,9 puntos porcentuales, hasta el 194,8% en el primer trimestre de 2024.
Los hogares españoles mantiene la tendencia tradicional que mantener la mayoría de sus activos en efectivo y en depósitos. Así, en efectivo y depósitos acumulan el 37% del total, seguido de participaciones en el capital (30%), participaciones en fondos de inversión (16%) y seguros y fondos de pensiones (13%).
La participación en fondos de inversión fue el instrumento que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares,. hasta un punto porcentual con respecto a un año antes, gracias al impulso de su revalorización, mientras que el peso del efectivo y los depósitos cayó dos puntos.
Por tanto, la riqueza financiera neta de los hogares y las instituciones sin ánimo de lucro, que se obtiene deduciendo sus pasivos de sus activos financieros, se situó en 2,14 billones de euros en marzo de 2024, lo que supone un aumento del 9,8% respecto a un año antes. En porcentaje del PIB, los activos financieros netos representaron un 144,7%, una ratio 3,4 puntos mayor a la de un año antes.
La deuda consolidada de las familias y empresas no financieras ascendió a 1,63 billones de euros en el primer trimestre de 2024, un 1,1 % menos que un año antes, con una ratio en términos de PIB que se moderó en un año desde el 119,3% hasta el 110,1%, con una aportación similar a este descenso tanto las empresas como los hogares contribuyeron a este descenso. Según explica el Banco de España, la evolución de esta deuda está marcada por los "valores negativos de las operaciones netas acumuladas; mientras que los otros flujos experimentaron unos valores ligeramente positivos".
En el caso de las empresas, la deuda consolidada se redujo desde los 952.400 millones del primer trimestre de 2023 a los 948.800 millones de marzo de 2024, lo que supone el 64,1% del PIB, frente al 69% de un año antes. Si se incluye la deuda entre empresas, la ratio se eleva al 81,1%, por debajo del 88,5% de un año antes.
Por su parte, la deuda de los hogares se redujo desde 695.800 millones de euros en marzo de 2023 a 681.500 millones en marzo de 2024, con lo que la ratio sobre el PIB disminuyó hasta el 46% en el primer trimestre de 2024, desde el 50,4% de un año antes.
El importe de las operaciones netas acumuladas en marzo de 2024 tuvo una caída de 19.400 millones de euros, lo que supuso un -1,3 % en términos del PIB. Las empresas disminuyeron su deuda en 8.000 millones por las operaciones netas (0,5 % del PIB), si bien el efecto del alza de los precios de sus valores emitidos de renta fija compensaron ligeramente la contracción. Los hogares redujeron su deuda con unas operaciones netas de 11.400 millones, un 0,8 % del PIB.
