Un aparato que se vende a menos de un euro en Aliexpress (0,99 euros) es el dispositivo de “defensa personal” que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha desplegado por todas las provincias de la comunidad para sus sanitarios. Se trata de un llavero de “bajo coste” que emite un pitido en caso de que la persona se sienta agredida.
Hasta la fecha, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha comprado y repartido más de 4.000 llaveros de seguridad entre sus sanitarios. Los sindicatos como SATSE, UGT y CCOO consideran que se trata de una medida que tiene poca utilidad, mientras Salud defiende que es “eficaz y eficiente”.
En concreto, según ha podido comprobar elDiario.es Andalucía a través de los propios sanitarios, este aparato se utiliza desde hace meses en los servicios de urgencias. Es posible encontrarlo en internet a menos de un euro y su descripción detalla que es una “alarma personal recargable -por USB- para mujer”, que lleva una luz LED y que emite un sonido de hasta 130 decibelios. Al presionar el botón del llavero, el sanitario puede alertar de que le están agrediendo en su despacho y el pitido alertaría al entorno más próximo.
La Consejería de Salud afirma que es “eficaz y eficiente” y que ha sido “bien acogido” entre los profesionales. Se utiliza cuando un trabajador se encuentra en una situación incómoda o violenta y quiere alertar a los presentes.
La Junta de Andalucía hizo una prueba piloto de su uso durante el pasado invierno en Puerto Real (Cádiz). Dado “el éxito obtenido”, se decidió extender a las otras siete provincias de la comunidad. A presuntas de este periódico, el SAS rehúye aclarar cuánto se ha gastado en estos dispositivos, argumentando que cada plataforma provincial ha adquirido los suyos a distinto precio. “Cada centro es el que compra el aparato al proveedor que desea”, apuntan. Sí subrayan que son llaveros “de bajo coste”. El precio del dispositivo en internet indica que el gasto global rondaría los 4.000 euros.
Se trata de una medida impulsada por la Consejería de Salud que dirige Catalina García para tratar de disminuir las agresiones que sufre el personal sanitario, que con el colapso que sufre la sanidad pública andaluza va en aumento. Según datos de la propia Junta, en 2023 se registró un récord de este tipo de agresiones con 1.564 en total, la mayoría de ellos a través de insultos y vejaciones no físicas.
Precisamente por este motivo, desde Salud pusieron en marcha el año pasado un observatorio de agresiones que tiene por objetivo monitorizar la situación y disminuir las incidencias que se puedan producir en este ámbito. La idea que persigue la Junta es impulsar el plan y que haya, al menos, tres reuniones al año para abordar posibles soluciones. Unas soluciones que, en todo caso, según los sindicatos, pasan por tomar “medidas reales”.
Medidas que van de la mano de un aumento de la presión asistencial que padecen sobre todo los profesionales de los centros de salud y los servicios de urgencias. La falta de plantilla, reconocida abiertamente por la propia Junta, genera dificultades para conseguir citas médicas o alarga la presencia de los enfermos en las urgencias hospitalarias, dando pie a situaciones tensas que en algunos casos acaban en violencia.
Estas agresiones son sufridas sobre todo por las enfermeras, que son quienes tienden a estar más de cara al público. Por ello, el sindicato del gremio, SATSE, lleva años pidiendo protocolos de actuación y mejoras en las condiciones laborales de estas trabajadoras para evitar que estos episodios no solo sucedan, sino que vayan en aumento año tras año. Según Salud, la puesta en marcha de este llavero de defensa personal fue una propuesta de SATSE, aunque desde el sindicato lo niegan.
