Luego del desastroso debate presidencial, desde la Casa Blanca se informó que Joe Biden viene haciéndose chequeos verbales hasta dos veces por semana y recibe la visita de un neurólogo hace meses.
Joe Biden, actual presidente de los Estados Unidos y candidato a la reelección 2024 ha sido sumamente cuestionado luego del último debate presidencial frente a su contrincante Donald Trump.
No es para menos que, el presidente de 81 años esté en foco de todos los reflectores pues desde ya hace un tiempo ha mostrado conductas erráticas típicas de la edad o de un posible problema más grave. Debido a ello, la Casa Blanca anunció el lunes 8 que el presidente norteamericano ya viene realizándose chequeos médico verbales, hasta dos veces por semana, y más ejercicio físico.
Tras un desastroso primer debate se hizo evidente que, el actual presidente de Estados Unidos, no está totalmente apto para dirigir uno de los países más poderosos del mundo por segunda vez. Esto ha llevado a muchos cuestionamientos, tanto de parte de sus partidario, como de la prensa y hasta de los mismos electores quienes dieron como ganador del primer debate al republicano, Donald Trump.
"La unidad médica del presidente está literalmente al otro lado de la columnata, justo al final de las escaleras de la residencia. Un par de veces a la semana consulta verbalmente a su médico mientras hace ejercicio, eso es algo que sucede a menudo", dijo Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca.
Asimismo, Jean-Pierre reveló que, durante sus tres años de mandato, Biden ha sido examinado por un neurólogo en tres ocasiones. Además, enfatizó que el presidente no está siendo tratado por párkinson ni toma medicación para dicha enfermedad.
Lo cierto es que nadie sabe exactamente el estado de salud de Joe Biden más que sus propios allegados, lo que ha creado un clima de incertidumbre y misterio previo antes de las elecciones en Estados Unidos 2024.
Inicialmente, se informó que el mandatario tenía un fuerte resfriado esa noche. Pero, luego él mismo comentó que estaba exhausto debido a sus recientes viajes internacionales y a la preparación del debate por lo que prometió descansar más.
El 3 de julio, la portavoz informó que el presidente no había recibido un examen médico desde febrero. No obstante, en una entrevista con el canal ABC dos días después, Joe Biden declaró que sus médicos le realizaron pruebas para descartar infecciones, las cuales resultaron negativas.
Esta aparente discrepancia llevó a los periodistas a solicitar el lunes mayor claridad a la portavoz sobre los tipos de controles médicos que se le realizan al presidente.
A pesar que el actual presidente norteamericano a mantenido su postura de continuar en las elecciones 2024. Él mismo ha asegurado mantener una relación firme con su cúpula e integrante del partido, quienes hace no mucho mostraron su respaldo.
No obstante, la opinión publica ha sido clara luego de las encuestas y muchos ya creen de que el candidato demócrata debería dar un paso al costado. Ante esto, Joe Biden, en una entrevista para la BBC, señaló que no existe tal cosa como una pérdida cognitiva como muchos medios y "expertos" afirman.
Cuando se le preguntó si consideraría hacerse a un lado en caso de que sus posibilidades de vencer a Trump fueran nulas, el presidente respondió riéndose y aludiendo a su fe: "Si el Todopoderoso bajara y me dijera que me retirara, lo haría. Pero el Señor no va a bajar".
No hace falta ser un experto para notar la preocupación de Joe Biden luego de sus últimos traspiés, tomando en cuenta que hace cuatro años estaba 10 puntos por delante de su actual contrincante, panorama que es totalmente diferente y abrumador para el aún presidente de los Estados Unidos.
La misma portavoz durante una conferencia de prensa, llevada acabo el lunes 8 de julio, enfatizó el el actual presidente de los Estados Unidos, no tiene Parkinson o padece de alguna otra enfermedad mental.
Por otro lado, en una carta hecha por Kevin O'Connor, médico personal de Joe Biden, señala que “un examen neurológico extremadamente detallado volvió a ser reconfortante”. Asimismo, O'Connor reveló que no existían indicios de algún derrame cerebral, esclerosis múltiple ni el tan temido Parkinson, del cuál muchos creen que padece.
