Lamine Yamal estaba haciendo una Eurocopa fantástica con sus asistencias y con lo que condiciona a los rivales, que suelen poner a varios jugadores para ayudar al lateral. Pero Rabiot, el veterano centrocampista de Francia, presionó al chaval antes de las semifinales. "Si Yamal quiere jugar una final tiene que demostrar más cosas de las que ha hecho", dijo. Y el extremo de la selección española tomó nota. El equipo galo se había adelantado en el partido con el cabezazo de Kolo Muani y poco después Lamine tenía la pelota en el borde del área, se hizo hueco y con sutileza la colocó pegada al palo, imposible para Maignan, el portero que en toda la competición sólo había encajado un gol (sin contar tandas), además de penalti, de Lewandowski.
El karma o lo que sea quiso que el que viera en primera persona la jugada fuera el propio Rabiot, el futbolista que tenía que taparlo, pero que le dejó un par de metros y lo pagó. Con esa diana, Lamine Yamal se convierte en el futbolista más joven de la historia, con 16 años y 362 días, que marca un gol en una Eurocopa... O en una gran competición, ya que en Mundiales Pelé lo logró con 17 años y 239 días en 1958. Un día antes de la gran final, Yamal cumple los 17.
El tanto del jugador del Barcelona, además, recordó a otro que había marcado también a Francia, pero con la sub’17, en mayo de 2023, lo que demuestra los saltos que ha dado hasta la absoluta.
El tanto del jugador del Barcelona, además, recordó a otro que había marcado también a Francia, pero con la sub 17, en mayo del año pasado.
En aquella ocasión también eran las semifinales de la categoría. Supuso el 0-1 para España, pero los franceses terminaron imponiéndose 1-3. Esta vez no se repitió esa historia, pese a que enfrente estaba la selección más segura del torneo. "El golazo espectacular de Lamine, luego el mío, en la segunda parte cómo hemos controlado el encuentro... Es el triunfo de todos", reflexionaba Olmo, al que la UEFA le dio el segundo gol, que terminó metiendo Koundé en propia puerta. "Gol es gol, da igual de Koundé, mío... Lo importante es la victoria", insistía el futbolista del Leipzig.
El MVP del partido fue Lamine, al que De la Fuente retiró, pero ya en el descuento. Aguardó con tensión a que el árbitro pitara el final y después se fue a celebrarlo dando saltos como el niño que es. "Estoy muy feliz. Queda lo más importante, llevarnos el título", decía el atacante español en TVE, mucho más tímido con los micrófonos que con la pelota. Lo que sí ha demostrado el futbolista del Barcelona es su capacidad de aprender. De la Fuente alaba sus actuaciones, pero también quiere que siga mejorando, porque el margen es el infinito, y le dijo que tenía que saber elegir cuándo encarar y cuándo contenerse y no ser tan directo, y eso se vio contra Francia. Jugó más calmado y fue decisivo. En la segunda parte, rozó el doblete en una acción similar a la del tanto, pero esta vez se le fue demasiado alto.
Antes de marcar, el entrenador pedía que buscaran a Lamine. "No lo he pensado, quería meterla por donde ha entrado. Estábamos pasando un mal momento porque no esperábamos su gol", reflexionó Lamine. "Intento no pensar mucho, sólo quiero ayudar al equipo y, si me sale así, feliz", continuó. En la final, espera Inglaterra o Países Bajos. Yamal lo que se pide es "ganar y ganar".