El Arzobispado de Valencia ha anunciado que va a poner en marcha una investigación a raíz de la denuncia por terapias de conversión sexual de un grupo de antiguos alumnos al profesor de un centro educativo de una localidad valenciana de Alaquàs que se habrían sucedido entre 1991 y 2022. De hecho, los denunciantes llegan a asegurar que ese docente les ofreció tanto pastillas como inyecciones para «curar la homosexualidad», esto es, para tratar su «enfermedad» y así dejar de ser «afeminados». Uno de los jóvenes relata que incluso le llegó a «arrastrar» en el patio para que jugara al fútbol.
La Archidiócesis afronta con esta investigación una crisis que se desató el pasado domingo cuando el diario «Levante. El Mercantil Valenciano» desveló que cinco antiguos alumnos del colegio concertado católico Madre Josefa Campos habían interpuesto una demanda ante la Inspección de la Consellería de Educación de la Generalitat Valenciana a un profesor del colegio por someterles a estas prácticas. La propia Consellería también ha anunciado una investigación «implacable y absolutamente rigurosa y seria» sobre unas prácticas que son ilegales desde 2018 en la Comunidad Valenciana. Además, denunciará ante la Fiscalía estas terapias. El centro educativo ha informado que se ha puesto en contacto con la Inspección y la Administración educativa para recabar más información y, en su caso, interponer también una denuncia ante la Fiscalía. «Ante la gravedad de los hechos publicados, el colegio ha abierto un expediente disciplinario en el que el docente ha negado todas y cada una de las noticias aparecidas», ha informado la dirección del colegio.
Al parecer, el docente acusado de realizar estas terapias sería además del director del Centro de Orientación Familiar (COF) Mater Misericordia, fundado en 2014. «A pesar de que no consta que se hayan realizado prácticas de este tipo, ante estas noticias, el Arzobispado realizará una investigación sobre las actuaciones que se han conocido», aseguran desde la Archidiócesis valenciana en un comunicado, que sostienen que hasta la fecha no habría llegado «ninguna queja de personas que hayan sido atendidas» en el centro. De hecho, en la nota emitida se llega a asegurar que «el Centro de Orientación Familiar no es un organismo oficial de la Diócesis», sino «una asociación pública de fieles, que tiene sus propios estatutos».