El reciente fallecimiento de don Juan Miguel Villar Mir ha promovido a través de los medios de comunicación una notoria exaltación de sus admirables gestiones económicas y de la notable entidad que alcanzaron sus múltiples empresas. Sin embargo, apenas se ha comentado que una parte de su fortuna la invirtió en la adquisición de obras pictóricas, todas ellas de gran calidad artística y perteneciente sobre todo al barroco hispano, las cuales coleccionó con entusiasmo e ilusión. En este sentido he de señalar que en épocas pasadas mantuve con él una entrañable relación personal, ya que tuvo a bien consultarme como asesor, lo cual motivó numerosas entrevistas personales, la mayoría de ellas cuando pasaba por Sevilla, relación que terminó creando una...
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