Cuando Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, asumió la gubernatura de Nuevo León (NL), nombró a Carlos Alberto Garza Ibarra como Secretario de Finanzas y Tesorero General del Estado, puesto en el que fue ratificado en la administración encabezada por Samuel García Sepúlveda.
Así, con el mismo Tesorero, Garza Ibarra, en los primeros nueve trimestres del gobierno del Bronco la deuda se incrementó poco más de ocho mil millones de pesos (mdp), mientras que en el mismo periodo de la administración de García Sepúlveda los compromisos financieros de la entidad subieron 18 mil 140 mdp, esto es un 117 por ciento más que lo que creció con Rodríguez Calderón.
Del tercer trimestre del 2015 al cuarto trimestre del 2017 la deuda total de NL pasó de 58 mil 51 mdp a 66 mil 405 mdp, lo que implicó un incremento de 14.39 por ciento más entre ambos periodos.
Cuando García Sepúlveda asumió la gubernatura, cifras del Gobierno de NL indicaron que la deuda total que dejó Rodríguez fue de 74 mil 419 mdp al tercer trimestre del 2021, la cual subió a 97 mil 559 mdp al cierre del año pasado, es decir, un incremento de 22.84 por ciento.
Pese al incremento en la deuda del Estado con García Sepúlveda, incluyendo adeudos de organismos sin responsabilidad para NL, la entidad logró mantener en verde, en el primer trimestre del año, dos semáforos de la Ley de Disciplina Financiera, aunque por debajo de los niveles registrados en el cuarto trimestre del 2023.
Néstor Sánchez, director asociado de finanzas públicas de Verum, dijo que “este incremento en la deuda que tiene el Estado obedece principalmente a todas las inversiones en infraestructura que se están haciendo.
“El nivel relativamente alto de deuda y la tasa de referencia han aumentado la carga de intereses, que esperamos que se mantenga ligeramente por encima del cinco por ciento de los ingresos operativos para 2024, y que disminuya a partir de entonces”, agregó.
Sánchez destacó que la deuda de los organismos descentralizados que no son compromiso de Estado no se incluye dentro de los términos de la Ley de Disciplina Financiera, como tampoco entran las Asociaciones Pública-Privadas y la deuda de corto plazo, porque como su nombre lo indica es de máximo un año.
“Este incremento de la deuda en lo que va el gobierno de García Sepúlveda es importante pero también si la entidad no tuviera la capacidad de generar ingresos propios importantes se iría “apretando” la flexibilidad financiera y no ha sido así”, comentó.
Por su parte, Patricio Vimberg, analista de Standard and Poor´s (S&P) indicó que un reporte a principios de marzo que “el Estado ha incrementado sustancialmente el capex en los dos últimos años y esperamos que continúe avanzando en su plan de infraestructura, el cual implica inversiones en movilidad urbana, carreteras y otras importantes infraestructuras relacionadas con el agua, salud y seguridad.
Hace unos días, la Secretaría de Finanzas de la entidad publicó dos licitaciones para contraer deuda por cuatro mil 680 mdp que serán destinados a proyectos de inversión pública.
Esta acción, ya había sido prevista por los analistas, que consideraron que antes las diferencias del ejecutivo con el Congreso para aprobar el presupuesto de este año, la entidad se vería obligada a incrementar su deuda.
“Como resultado de la creciente confrontación entre el ejecutivo y el Congreso local, Nuevo León mantendrá un nivel de deuda relativamente alto y continuará dependiendo del financiamiento de corto plazo para cubrir las presiones de liquidez, especialmente en 2024″, dijo Vimberg.
“Esperamos que el Estado incremente su deuda de largo plazo en los próximos años para financiar parte de este plan de infraestructura pública. La administración financiera tuvo que reevaluar sus planes de endeudamiento debido a la imposibilidad de aprobar un presupuesto actualizado para 2024″, añadió.
“El hecho de que el Congreso no le haya aprobado al gobierno el presupuesto para este año también ha influido en la baja en estas variables, pues tiene que obtener créditos de corto plazo para ejecutar sus proyectos”, señaló Sánchez.