Hubo momentos tensos cuando el alemán
Alexander Zverev y el estadounidense
Taylor Fritz acudieron a ejecutar el saludo habitual después de un partido. El germano, lesionado en la rodilla izquierda desde una caída en el partido anterior, no consiguió aguantar la ventaja de dos sets, y cayó en cinco. Había habido drama, que pudo haber devenido en una trifulca peor en su careo final.
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