La posibilidad de que el Gobierno PP-Vox de la Junta de Castilla y León se rompa volvió a planear este lunes por la Comunidad tras las tajantes palabras de Santiago Abascal , el líder de la formación verde. La pasada semana ya se pronunció en términos parecidos, pero en esta ocasión ha sido especialmente contundente al señalar que los acuerdos que mantienen con los populares en los Ejecutivos de Castilla y León, Aragón, Extremadura Murcia y Comunidad Valenciana , se «considerarán rotos, porque no quedará otro remedio», si no usan todos los medios «políticos y legales» para evitar la distribución de menores extranjeros no acompañados (menas) por todo el territorio nacional. Nada de aceptar en estas autonomías en las que gobiernan que estos menores, que abarrotan los centros de Canarias , lleguen a estas comunidades hasta el punto de que el presidente de Vox advirtió de que si el PP «quiere sentarse a pactar con Sánchez sobre eso, que nos lo diga y abandonaremos esos gobiernos inmediatamente », informa Ical. Preguntado sobre si su partido se saldrá de estos ejecutivos si los populares aceptan el reparto de menores no acompañados si así lo ordena el Gobierno, Abascal ha apuntado que esto es «lo que suele pasa cuando se rompe un gobierno, que se sale del ejecutivo». Este es el planteamiento nacional de Vox, uno de los socios del Gobierno autonómico, cuyos consejeros hacían balance la pasada semana, al llegar a l ecuador de la legislatura , presumiendo de logros y anunciando nuevas medidas para los dos próximos años. Este martes será el vicepresidente de la Junta y líder de la formación en la Comunidad, Juan García-Gallardo , el encargado de dar cuentas en las Cortes de su gestión y, de esta forma, volver a la actividad tras su baja por paternidad. Una retirada temporal en la que no ha abandonado las redes sociales donde deja clara su postura sobre la inmigración, perfectamente alineada con la de Abascal. Sin embargo, el otro socio, el PP, tiene un planteamiento distinto. La consejera de Familia, Isabel Blanco , responsable de la política migratoria en la Comunidad -como dijo el propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco- garantizó en sede parlamentaria la acogida de menores migrante s (cada año llegan una media de 20), y pidió, coincidiendo, en este caso sí, con el planteamiento de Vox, un «riguroso control de las fronteras». La expresión «Castilla y León es tierra de acogida» para los inmigrantes la repiten los populares desde hace meses, una definición que choca con sus socios. Mientras, en las filas socialistas se ilusionan con e l triunfo del Nuevo Frente Popular, formado por partidos de izquierda y extrema izquierda, en las elecciones a la Asamblea Nacional de Francia , que ha conseguido relegar a Marine Le Pen a una tercera posición. Siguiendo esta estela triunfalista, el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca , ha vuelto a pedir a Mañueco que «rompa con Vox» , tras «el ejemplo de lo sucedido en Francia». De nuevo mano tendida al presidente de la Junta, como ya hizo en el Debate sobre Política General y que este rechazó recordando que tras las elecciones autonómicas de 2022 Tudanca «dio la espantada» cuando se sentaron a negociar. Ahora, el dirigente socialista vuelve a la carga: «Nuestra mano sigue tendida para que trabajemos por Castilla y León y aislemos a la extrema derecha», ha señalado a través de su perfil en la red social X. También la secretaria de Organización del PSCL, Ana Sánchez , ha pedido por este mismo medio a Mañueco que «devuelva la dignidad a Castilla y León». «Hoy el mundo está abriendo los ojos, ha puesto pie en pared y está frenando a la extrema derecha . Lo han hecho en la UE y ahora en Francia», ha sentenciado. Mientras, anoche el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, defendía en las Cortes que el pacto de Gobierno «está muy vivo».