Una investigación científica reciente arrojó luz sobre la evolución genética de poblaciones antiguas a través del análisis exhaustivo de adornos ancestrales.
El estudio, centrado en el período gravetiense de Europa, examinó una amplia variedad de cuentas y ornamentos utilizados por humanos prehistóricos y reveló patrones culturales y genéticos fascinantes.
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Los investigadores se enfocaron en el período gravetiense, que abarcó desde hace 34.000 hasta 24.000 años, según un estudio publicado en la revista Nature Human Behavior.
Los materiales utilizados para hacer cuentas incluían marfil, huesos, dientes de animales como osos y caballos, astas, piedras preciosas de azabache, conchas y ámbar. (Foto: Nachosan/Wikimedia Commons)
Esta época se caracterizó por la presencia de cazadores-recolectores que también eran hábiles artesanos. Los adornos analizados incluían una variedad de materiales como:
Marfil.
Huesos.
Dientes de animales (osos, caballos y conejos).
Astas.
Piedras preciosas de azabache.
Conchas.
Ámbar.
Estos elementos probablemente cumplían funciones tanto de adorno personal como de marcadores culturales. La investigación permitió arribar a conclusiones que abarcaron tópicos de evolución genética y cultural.
El equipo de investigación analizó 134 tipos de adornos recolectados en 112 sitios arqueológicos de toda Europa. Para esto, crearon una base de datos con información recopilada de estudios científicos previos y otra literatura especializada.
Al examinar los datos, los científicos notaron diferencias significativas entre los grupos, especialmente entre las regiones occidental y oriental de Europa. Por ejemplo:
Los caninos de zorro se usaban principalmente en el este.
Los caninos de ciervo se preferían en el oeste.
Se encontró evidencia de intercambio de materiales entre grupos, como lo demuestran hallazgos en un sitio de entierro en Italia.
A pesar de que tanto zorros como ciervos eran abundantes en todo el continente durante el período estudiado, se observó una marcada preferencia regional en la elección de sus caninos para la elaboración de cuentas.
Esta distinción en la selección de materiales, a pesar de la disponibilidad similar de ambas especies en todas las regiones, es un hallazgo sorprendente que arroja luz sobre la fuerte influencia cultural en las prácticas ornamentales de estos grupos prehistóricos.
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Los científicos pudieron confirmar la existencia de la mayoría de los grupos culturales basándose en datos genéticos existentes. Sin embargo, no lograron identificar un grupo en Europa del este debido a la falta de información genética disponible.
Los estudios genéticos confirmaron la existencia de la mayoría de los grupos culturales mencionados en el registro arqueológico. (Foto: Pixabay)
El estudio sugiere que la integración de datos sobre ornamentos personales y biológicos de otras culturas paleolíticas podría ayudar a comprender mejor la compleja dinámica poblacional de la Europa del Paleolítico superior en futuras investigaciones.
Esta investigación arroja luz sobre las prácticas culturales de nuestros antepasados, y también proporciona valiosa información sobre la evolución genética y los movimientos poblacionales en la prehistoria europea.
