En el verano de 2023 transcurrieron casi dos meses desde que
Joao Félix (24 años) confesó en una charla con el periodista
Fabrizio Romano que quería jugar en el
FC Barcelona hasta que su sueño se hizo realidad en el último día de mercado. En ese tiempo tuvo que armarse de paciencia y tensar la cuerda en una pretemporada del Atlético en la que ya no contaba para
Diego Simeone y confiar en que la cesión al club azulgrana se acabara haciendo, como así fue sobre la campana, pero fueron semanas de incertidumbre y de mal rollo que ni el portugués ni el club colchonero quieren repetir. El diario Récord publica en su país que el extremo tiene prisas para resolver su futuro antes del 27 de julio, la fecha en la que debe incorporarse al trabajo una vez acabados sus 21 días de vacaciones tras el KO de
Portugal en la Eurocopa, precisamente tras enviar un penalti al poste en la tanda que clasificó a Francia para la semifinal.
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