La ciudad de Ávila reparó el pasado domingo la deuda (injusticia) histórica que significó restituir a Claudio Sánchez-Albornoz y Menduiña, historiador y político sobresaliente del pasado siglo, el título honorífico de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Ávila que le fue concedido en 1924 por el Ayuntamiento de la capital que siempre sintió como su casa y anulado en 1937, a modo de venganza por haber ocupado altos cargos en el Gobierno de la II República y denunciar el golpe de estado de Franco. Esta jornada de reconocimiento , que tenía en buena lógica un algo de desagravio histórico y moral, comenzaba a las 10 de la mañana con la colocación sobre la tumba de Claudio Sánchez-Albornoz, ubicada en el claustro de la Catedral, de un ramo de flores por parte del alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez, a quien acompañaban miembros de la Corporación y Nicolás Sánchez-Albornoz, hijo del homenajeado. Una hora después, en la Alcaldía, Nicolás Sánchez-Albornoz firmaba en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Ávila, acompañado por el alcalde y por el cronista oficial de la ciudad, Jesús María Sanchidrián, para cerrar el programa de actos con un Pleno extraordinario cuyo único orden del día era la restitución del nombramiento de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Ávila a Claudio Sánchez-Albornoz , a título póstumo, propuesta que fue aprobada por unanimidad. Antes de la firma, con la presencia de representantes de todos los grupos políticos y de familiares del homenajeado, el alcalde recordó la concesión del título de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Ávila hace un siglo y su anulación solamente 13 años después (curiosamente en plenos celebrados en el mes de febrero), hechos ante los que «la Corporación municipal, por unanimidad de todos sus miembros y a través de los grupos políticos que están representados en la Junta de Gobierno Local, el pasado día 13 de junio tuvo a bien de restaurar ese título honorífico a don Claudio Sánchez-Albornoz porque corresponde y es una cuestión de justicia». Tomó la palabra a continuación Jesús María Sanchidrián para explicar que conoció «casi por casualidad» esa «injusticia histórica» reparaba cuando preparaba una conferencia «dedicada a don Claudio en el 40 aniversario de su muerte y con motivo de la fiesta del libro», labor de investigación que le llevó a «descubrir en las actas municipales esta laguna que existía respecto a la concesión del título de Hijo Adoptivo en 1924 y su retiraba en 1937, sobre la que pesaba un silencio absoluto desde aquella fecha hasta hoy». Ese olvido, añadió, «contrasta con la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad en el año 1976 y con el nombramiento como Hijo Predilecto en 1984» , título este que hubo que retirar luego porque es exclusivamente para personas nacidas en la ciudad. Tras dejar su rúbrica en el Libro de Honor del Ayuntamiento, Nicolás Sánchez-Albornoz Aboín, que cuenta con 98 años de edad, agradeció al Consistorio, visiblemente emocionado, «haber tenido esta iniciativa de restaurar el viejo dere cho» de su padre . Explicó que durante los 40 años de exilio que sufrió, desde 1936 hasta 1976, él fue la persona que más estuvo con su padre, «compartimos muchas cosas y por consiguiente puedo dar fe de los sentimientos. que a lo largo de todos los años experimentaba» . Entre esos sentimientos se contaron los que le le provocó «la noticia de que le había sido privado de este título que le habían sido otorgado por buenas razones», algo que «no le agradó» y que «podría haber dado lugar a un cierto resentimiento contra las instituciones y la gente de Ávila pero que no fue así», algo que demostró porque «siguió escribiendo muchas obras en las que recordaba y daba cuenta de su afecto a la gente de Ávila y también a la ciudad y a la provincia , una provincia a la que él había representado en tres legislaturas».