Liverpool, Inglaterra. Los últimos rayos del sol caían cuando salimos del Aeropuerto John Lennon en Liverpool. Buscamos un autobús público que, por poco más de $2, nos llevó al centro en unos 50 minutos.
Estamos en una de las ciudades más fantásticas de Inglaterra, donde el río Mersey se une con el mar de Irlanda, al noroeste del país.
Cerca de la estación central de trenes se palpita la belleza de Liverpool, con una zona de bulevares y tiendas ideales para pasar un buen rato.
Además, es imposible no admirar diversos edificios icónicos y hermosos, como la Catedral Metropolitana, la Catedral de Liverpool, Saint George‘s Hall y el Royal Liver Building.
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Perderse unas horas en el Albert Dock, a orillas del río Mersey, es otra actividad fantástica, con sus muelles y almacenes, entre otros atractivos.
Por supuesto, Liverpool está repleto de museos que se pueden disfrutar para hacer completa la visita.
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No puede faltar The Beatles, la banda de rock británica fundada en esta ciudad. Recuerde tomarse algunas fotografías en la estatua de estos músicos, así como conocer su historia en el museo.
Desde Liverpool puede ir a Chester en tren, uno de los lugares más hermosos en Inglaterra. Además, Manchester está a tan solo 34 kilómetros.
Luego de disfrutar de los encantos de Liverpool y dedicar dos días a Chester, tomamos un ferry hacia Douglas, la capital de Isla de Man. En un próximo artículo les contaré esa aventura.
