"Madama Butterfly", de Giacomo Puccini, es una de las óperas más aclamadas y frecuentemente representadas a nivel internacional. Una apuesta segura con la que el Festival de Ópera Maskarade levantará el telón en el Teatro Casyc de Santander este viernes.
La soprano Cristina Domínguez Sar, en el papel principal, estará acompañada en escena por la mezzosoprano Siying Wei como Suzuki; Zhen Zhang en el rol de Pinkerton, el barítono Nicolás Suazo, interpretando a Sharpless, y Nanxin Ye, como Goro. Con ellos, el coro y la orquesta Maskarade bajo la dirección musical de Christian Frrattima. Para Domínguez Sar es su debut en el rol de Madama Butterfly. "La soprano madrileña ha alcanzado una madurez vocal y artística que le otorga la solvencia necesaria para dar vida a Cio Cio San, un personaje de gran complejidad y delicadeza", según el comunicado de prensa del festival.
Esta "tragedia giapponese" en tres actos de Giacomo Puccini está inspirada en la obra teatral "Madama Butterfly", de David Belasco, a la vez inspirada en el cuento homónimo, de John Luther Long, un escritor estadounidense que dejó volar la imaginación a partir de los recuerdos de su hermana, Jennie Correll, que había estado en Japón con su marido, un metodista misionero. Tras el fracaso en su estreno en el Teatro alla Scala de Milán, el 17 de febrero de 1904, Puccini elaboró revisiones posteriores hasta conseguir el éxito en su versión definitiva, en 1907, que es la habitualmente representada en todo el mundo.
Su orquestación e inspiración melódica, extremadamente realista y a la vez exótica y pasional, han hecho de ella una de las historias más trágicas y al mismo tiempo más penetrantes y emotivas de todos los tiempos.
El libreto transporta al público hasta el cautivador mundo de la geisha Cio Cio San, cuyo amor apasionado por el oficial estadounidense Pinkerton desencadena una historia trágica de amor, traición y sacrificio.
Para la soprano madrileña, uno de los grandes atractivos de Madama Butterfly es que, a pesar de estar ambientado en Japón, una cultura y una sociedad totalmente distinta a la nuestra, el público vive con gran intensidad la idea que vertebra la ópera, el amor absoluto. "A lo largo de nuestra vida, creo que todos hemos sufrido en algún momento la pérdida de un gran amor, hemos sentido un desgarro en el alma que ha desmoronado nuestro mundo y, por eso, la pena profunda que muestra la protagonista en escena llega al corazón de los espectadores de una forma tan brutal", ha explicado.
La puesta en escena lleva la firma de Carlos Pardo quien ha optado en su propuesta por huir del tratamiento tradicional, siempre colorista y un tanto superficial, para centrarse en el amor absoluto de la protagonista, capaz de saltar todas las barreras por conseguirlo.
Para ello presentará en escena un coro gestual con rostros cubiertos por máscaras de soldador "que otorgan a todos sus integrantes la misma apariencia, la misma ocultación de la identidad que proporcionan las redes sociales, convirtiéndose en cobardes acusadores que dañan sin arriesgar", explica para añadir que la gheisa se convierte en la imagen de la rebelión contra todo lo artificial que transforma al individuo y lo convierte "en una herramienta de la sociedad, en un ser lleno de obligaciones antinaturales, obligado a ser un mero instrumento de producción y consumo. Cio Cio San lo sacrifica todo, para proteger su propio halo divino y mágico: el amor inmortal".
La tercera edición del Festival de Ópera Maskarade está dedicada a Giacomo Puccini cuando se cumple el centenario de su fallecimiento. En agosto se representará "La Bohème" y también "Suor Angelica". El festival ha programado además varios recitales líricos a cargo de los jóvenes cantantes profesionales procedentes de distintas partes del mundo que participarán en su ópera estudio.
