La economía estadounidense está mostrando signos de desaceleración, pero también hay indicios de que la inflación podría estar empezando a moderarse. Si estas tendencias continúan, podrían tener un impacto positivo en los mercados financieros.
Sectores clave como el manufacturero y de servicios están mostrando una contracción, según los índices del ISM. El mercado laboral también está enfriándose, con una creación de empleo más lenta y un ligero aumento del desempleo.
Sin embargo, la economía partía de una posición de relativa fortaleza, por lo que la desaceleración podría ser un aterrizaje suave. Además, hay señales de que la inflación podría estar desacelerando, lo que es un alivio para la Reserva Federal, que ha estado luchando contra el aumento de los precios.
Si la inflación continúa moderándose y la economía se enfría sin caer en recesión, la Fed podría comenzar a recortar las tasas de interés este año. Los mercados ya están anticipando estos recortes, lo que podría ser un factor positivo para las acciones y los bonos.
En un entorno de crecimiento económico desacelerado pero positivo, inflación moderada y recortes de tipos, las acciones de gran capitalización y los bonos de mayor duración podrían tener un buen desempeño. Los resultados del segundo trimestre y el tono en las reuniones de los bancos centrales de este mes marcaran el rumbo de los mercados durante el verano.
