La limpieza de la casa implica una atención constante a múltiples aristas, pero existen al menos 9 rincones y objetos que suelen pasar desapercibidos durante las tareas de aseo cotidianas. Estos elementos, a menudo ignorados, pueden acumular polvo y suciedad con el tiempo, afectando la higiene general del hogar.
Reconocer estos puntos ciegos en la rutina de limpieza recomendados por el portal Mejor con Salud, nos permitirá incorporarlos a las tareas regulares de mantenimiento, asegurando un hogar más limpio y saludable para sus habitantes. Descubrílos a continuación.
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Los zócalos cumplen una función clave protegiendo las paredes de golpes y roces. A menudo, olvidados en la limpieza rutinaria, acumulan polvo y pelusas con el tiempo.
No es necesario limpiarlos a diario, pero mantenerlos libres de suciedad cada dos o tres semanas es clave, especialmente en hogares con personas alérgicas o con problemas respiratorios.
Estos pequeños dispositivos, tan comunes en nuestro día a día, son verdaderos imanes de bacterias y microorganismos debido al constante contacto con nuestras manos.
Incluirlos en la rutina diaria de limpieza ayuda a mantener un ambiente más higiénico y seguro para todos en casa.
La limpieza adecuada de los interruptores de energía ayuda a reducir la propagación de gérmenes. (Foto: Freepik)
A menudo descuidados, los marcos de las ventanas son propensos a acumular polvo, smog y humedad, especialmente en el exterior.
Limpiarlos regularmente contribuye a la estética del hogar, y también a la salud ambiental. Algunos trucos de limpieza para dejarlos relucientes incluyen:
Utilizá cepillos adecuados para llegar a las esquinas difíciles.
Enfocate en limpiar la cara exterior, donde más se acumula suciedad.
Mientras las fundas de las almohadas se lavan con frecuencia, el relleno también requiere atención.
Acumula sudor, polvo, ácaros y otros alérgenos, por lo que seguir las instrucciones del fabricante para su limpieza garantiza un descanso más saludable y confortable.
A nivel del suelo, los rieles de los placares atrapan polvo y pelusas que a menudo se pasan por alto.
Un paño húmedo es suficiente para mantenerlos relucientes, una tarea que puede realizarse cada dos semanas para mantener el orden y la limpieza en el hogar.
Los rieles de los armarios limpios facilitan el deslizamiento de las puertas y evitan acumulaciones de polvo. (Foto: Freepik)
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Estos fieles aliados en la limpieza del hogar merecen una atención regular. Limpiar la escoba y la palita semanalmente asegura que sigan siendo efectivos y no se conviertan en focos de polvo y suciedad.
Aunque a menudo se les coloca bolsas, los basureros pueden acumular bacterias y olores desagradables con el tiempo.
Lavarlos con regularidad, utilizando lavandina y agua caliente, ayuda a mantener el ambiente fresco y libre de contaminación.
Estos elementos suelen pasar desapercibidos en la limpieza regular, acumulando polvo y grasa que pueden afectar la calidad del aire interior:
Limpiá tanto la superficie visible como el interior de las rejillas y radiadores mensualmente.
Utilizá un paño de microfibra húmedo y agua jabonosa para mejores resultados.
La limpieza regular de las rejillas de ventilación mejora la eficiencia del aire acondicionado y calefacción. (Foto: Freepik)
A pesar de su ubicación elevada, la flor de la ducha también requiere atención periódica para evitar la acumulación de polvo y grasa.
Limpiarla regularmente, utilizando los mismos productos que para los demás artefactos del baño, garantiza una experiencia de ducha más limpia y placentera.
Incorporar estos espacios y objetos a los hábitos de limpieza habituales aseguran que todo se mantenga impecable y que cada rincón contribuya a un ambiente más saludable y acogedor en el hogar.
