Una de las cuestiones de enjundia en esta legislatura en Castilla-La Mancha tiene como foco la reforma del Estatuto de Autonomía, un objetivo que tiene como consecuencia también la reforma electoral de la Comunidad, lo que supone establecer el número de diputados que acoja el Parlamento castellanomanchego. Las conversaciones se llevan manteniendo desde hace tiempo y se encuentran en el momento culminante. Así lo reconoce el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en entrevista con ABC. « Tenemos un acuerdo cerrado ya sobre el nuevo Estatuto de Autonomía que se va a plantear esta semana con el Partido Popular. Y con Vox yo creo que es manifiestamente imposible porque parten de la base de que tienen que desaparecer las autonomías, aunque cobran de ellas para criticarlas y para atacarlas, una contradicción que la resolverán ellos mismos», indica Page. Lo importante es que el acuerdo con el PP «incorporará un compromiso explícito de que lo que se tenga que hacer con la legislación electoral, solo se hará si hay consenso entre PP y PSOE», asegura el presidente regional, quien además recuerda que el de Castilla-La Mancha «es el único Estatuto de Autonomía de España aprobado con los votos de un solo partido político, el de la mayoría absoluta del PP. Es que ni Ibarretxe lo hizo. Eso ya pone de manifiesto cuál era la única intención que había: taponar el límite de diputados para intentar evitar que entraran formaciones políticas distintas a las mayoritarias. Es de un atropello democrático muy considerable y lo que hay que hacer es arreglar ese problema». En este sentido, García-Page recuerda que la ley electoral del Estatuto de Autonomía la cambió dos veces María Dolores de Cospedal . «La primera para aumentar mucho los diputados y la segunda para dejarlos en la mínima expresión. ¿Qué pasó entre medias? Que empezaron a aparecer todos los millones de Bárcenas en Suiza, por eso por cada millón que aparecía en Suiza de Bárcenas, un diputado menos. Si llegan a seguir apareciendo, nos quedamos cinco diputados». Lo que García-Page asegura de manera rotunda es que su compromiso es acometer la reforma electoral pactando con el PP, «y, si no es así, no lo haremos». Sobre la fecha de aprobación de la reforma del Estatuto, García-Page especifica que «podemos empezar los trámites inmediatamente , porque nos comprometimos socialmente todos a hacerla en el primer año de legislatura, ya que luego como mínimo lleva un año de retraso. La ventaja que tiene es que una vez que esté aprobada a nivel autonómico, ya se convoquen o no elecciones generales en el Congreso, una espada de Damocles que siempre está en el aire, no caduca el proyecto, sigue vigente para la siguiente legislatura». En el inacabable episodio del agua entre comunidades, que hace mucho tiempo derivó en el término «guerra del agua» por el trasvase Tajo-Segura, García-Page comienza asegurando que «nunca ha habido guerra del agua». En su opinión, «la cuestión de fondo es que hay un problema de escasez de agua. ¿Usted cree que vamos a estar discutiendo si sobrara? Discutimos porque no lo hay. Y a partir de esa realidad si esta entrevista, en vez de hacerla aquí, la hiciéramos en la ribera del Tajo a su paso por Toledo vería usted el riachuelo en que queda el Tajo precisamente por obra del trasvase». Page se muestra convencido de que Castilla-La Mancha está teniendo una posición muy razonable. «Primero, porque hemos bajado nuestras expectativas para poder llegar a un consenso en el Plan Hidrológico , al renunciar a parte de nuestras peticiones históricas. Ni siquiera estoy planteando el cierre del trasvase en un momento determinado, pero estamos ofreciendo alternativas. Y es que lo que a lo mejor hace 20 años no era posible hoy es la solución de futuro para todos, y es que el agua se puede desalar». En este sentido, García-Page destaca «un primer planteamiento ahora muy útil, que se lo está planteando ya el Ministerio, y es la posibilidad de que el metro cúbico de agua desalada también se pueda subvencionar. Hablamos de agua muy barata y subvencionada por todos los españoles . Yo le digo a conciencia que si Castilla La Mancha tuviera salida al mar no tenga ninguna duda de que tendríamos una desaladora y estaríamos usándola. Los tiempos y el cambio climático van por ahí y Europa lo tiene clarísimo. A estas alturas no es un problema ideológico, es un problema de sentido común». Ante esta opción, el presidente de Castilla-La Mancha cree que « el Levante tiene que plantearse una estrategia para diversificar sus fuentes de alimentación de agua e incluso no una dependencia tan exclusiva de un atropello histórico como es el trasvase. Hoy el trasvase nadie lo plantearía». En opinión de García-Page, «si en España la voluntad mayoritaria fuera conectar todos los ríos como si fueran una obra de fontanería, en lo que no estoy de acuerdo, la pregunta también a mi favor es: ¿y entonces por qué solo en un río, por qué no todos los demás? ¿Por qué se entiende bien que Aragón ponga pie en pared y no ceda ni un metro cúbico de agua del Ebro, que tiene muchísima más que el Tajo … Pues por la simple razón de que como está hecho cuesta más quitarlo, pero todo tiene un tiempo. El Levante ya no tiene un precipicio por el problema del trasvase, sino que tiene alternativa, y por cierto buena y pagada por todos los españoles. El trasvase ha estado roto casi dos años. ¿De dónde se bebía y de dónde se regaba? Pues del mismo agua que va a seguir siendo la solución de futuro para el Levante y ojalá que para toda España. Ojalá no tuviéramos que llegar nosotros a pedir agua al Levante del agua desalada para poder abastecerno s. Porque lo cierto y verdad es que grandes proyectos como por ejemplo la macroplanta que va a Sagunto se ha instalado allí precisamente porque hay una desaladora, que es la que le garantiza el consumo a esa macroplanta. Ya la quisiera yo para Alcázar de San Juan o Tomelloso.
