![Libido regresó y así se vivió el histórico concierto que no merece ser el último [Crónica]](https://larepublica.cronosmedia.glr.pe/original/2024/07/07/668b25a7859f0317c75776c5.jpg)
Salim Vera, Toño Jáuregui, Manolo Hidalgo y Jeffry Fischman, como en los viejos tiempos, hicieron retumbar el Estadio Nacional, aquí los detalles y todos los por menores del esperado reencuentro.
El rock sigue vivo. El calendario indica que es 6 de julio, el reloj marca las 7 de la noche, jóvenes entre 20 a 30 años llegan emocionados al Estadio Nacional porque hoy serán testigos de lo que en su momento se creía imposible. Tuvieron que pasar 11 años para volver a escuchar al Libido original, esos cuatro jóvenes que desde finales de los 90 lograron destacar al rock peruano internacionalmente y así lo demuestra las más de 30 mil almas que llegaron a su concierto denominado La Reunión.
Una vez dentro del estadio nos recibe un escenario a la altura del evento que se vivirá esta noche, el frío del invierno queda completamente anulado al estar rodeado de tanta gente, tal vez esta sea una de las pocas veces en que un grupo de rock peruano haya logrado llenar de esa manera el recinto. Son las 7:58 de la noche, se encienden las luces y salen Los Outsaiders, los teloneros que se encargaron de calentar al público. Luego de 30 minutos se despiden y agradecen la invitación.
Hasta que llegó la hora, son las 9:10, las luces del estadio se apagan, empiezan los primeros gritos, poco a poco iba creciendo a una sola voz: “¡Libido, Libido, Libido!” y Salim Vera, Toño Jáuregui, Manolo Hidalgo y Jeffry Fischman hacen caso al llamado. En las dos grandes pantallas se presenta un video contando un breve resumen de su trayectoria, termina el video, son 10 segundos de silencio, se escucha las baquetas, hacer el conteo y Libido regresó.
“Tres” es el tema elegido para iniciar el concierto. Tal como los viejos tiempos, Salim resalta con una bata larga y plateada, Toño con un polo negro y un jean plomo, Jeffry con un blazer y un drill negro, Manolo rompe el esquema gris con un polo anaranjado. Las canciones que escucharemos esta noche serán de los tres primeros discos (Libido de 1998, Hembra del 2000 y Pop*Porn del 2002).
Al cierre de Tres, tema con el cual la banda logró un premio MTV Video Music Award Latinoamérica, Salim saluda al público con un corto: “Hola, Lima”. Posterior a eso sigue “Invencible”, “Néctar” y “Sal”, cuatro canciones pegaditas sin interrupción que hicieron retumbar el estadio y dejó evidenciado el gran trabajo técnico desde las luces hasta el sonido.
Salim Vera se quita los lentes negros para poder saludar a todas las zonas del estadio. “Buenas noches Lima, muchas gracias, este concierto es para todos ustedes, ha sido diseñado con mucho amor y cariño. Gracias por gusta de la música de Libido”, mencionó. La fiesta continua con “No será lo mismo sin ti” y “Estoy tan gris”, a pesar de los años, el sonido de la banda se mantiene.
Luego de seis temas, Toño saluda al público. “Hola, buenas noches, por fin se dio esta reunión y ahora estamos aquí juntos gracias a ustedes”, recalcó. Recordemos que Libido llegó a su fin cuando él se retiró de la banda en el año 2013 por “conflictos internos”, como varias veces lo ha mencionado. El público al saber el contexto no dudó en fastidiar a Salim y Toño gritando: ¡Beso, Beso!
El concierto continuo con “Espermato” y “Mal tiempo”. Hasta que llegó el momento de escuchar a Jeffry con la canción “Esther Fe”, para este tema Salim sacó una tarola para acompañar en el ritmo. Es importante mencionar que para el concierto Libido contó con músicos de apoyo, entre ellos, el tecladista trujillano Kokiman Romero, integrante de la banda Kuntur de Lucho Quequezana, la agrupación de Desire Mandrile, Big Pink, Sonidos Vivos y de la banda Chaivers.
El reloj marca las 10, pero el cansancio ni se nota. Luego de diez canciones, Toño decide saludar a Salim: “Hola, Salim”, lo que produce los eufóricos gritos. Llegó el momento de una de las canciones más esperadas por el público y que puso a Libido en el radar de las emisoras, Salim se colocó la guitarra y empezó “Como un Perro”.
Posterior a uno de los himnos de Libido siguieron “Sin Rencor”, “Frágil”, “Universo” y previo a la canción número quince Manolo saluda al público y anuncia la canción “Tu Rostro”: “Buenas noches Lima, es una noche increíble y ahora vamos con una canción que muchos han querido escuchar la versión original”, mencionó.
Llegamos a la mitad del concierto, se hace una pausa misteriosa con un astronauta en la pantalla principal, las luces apuntando al centro del estadio y los Libido desaparecen del escenario.
El momento emotivo de la noche se desarrolla en un escenario al centro del estadio, entre la zona A y B, encima de una plataforma como si estuvieran en una plaza, la banda continua con “Criatura Misteriosa”, para la canción “La Casa de los Gritos” invitaron al músico Pudy Ballumbrosio.
Para la canción número dieciocho, las luces se apagaron totalmente y una imagen de Pedro Suárez-Vértiz, icono del rock peruano, se proyectó en la pantalla principal del escenario y de fondo sonó “Tengo Sed”. Salim dedicó unas palabras de agradecimiento a la familia de Pedro y a su legado musical: “Gracias por tanta música Pedrito y a la familia que también está aquí presente”, exclamó.
Cerraron el momento emotivo con la canción más coreada de la noche, “No voy a verte más”, fue sin duda el momento climax del concierto, muchas lágrimas cayeron en esos tres minutos que duró la canción.
Son las 11, regresan al escenario principal y suena “Hembra”, “Cicuta”, “Ojos de Ángel” y una de las más esperadas por muchos “En esta Habitación”. Luego de casi dos horas y medias, el viaje musical está cerca de terminar. Un concierto que quedará grabado no solo en la memoria de todos sus fanáticos, sino también en un documental que será dirigido por Ricardo de Montreuil.
Libido cierra su concierto con la canción que lo según ellos mismo los representa y que fue la causa del nombre de la banda, así es como suena “Libido”, tema que hace saltar y gritar a todos. “Muchas gracias, esperamos verlos pronto”, declaró Toño al cierre. Las puertas del estadio se abren y el público sale agradecido por tremendo espectáculo. Un concierto que quedará en la historia del rock nacional y que muchos esperamos que no sea el último.
