El movimiento islamista palestino Hamás declaró, este domingo 7 de julio, que cedería en exigencia clave para negociar una tregua en Gaza, después de nueve meses de guerra. De esa manera, expresó su disposición para iniciar negociaciones con el objetivo de liberar a los rehenes que aún se encuentran bajo su custodia en la Franja de Gaza.
El conflicto estalló el 7 de octubre de 2023, cuando comandos islamistas llevaron a cabo ataques que resultaron en la muerte de 1.195 personas, en su mayoría civiles, y el secuestro de 251 más en el sur de Israel, según datos oficiales israelíes. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en el territorio palestino que ha cobrado la vida de 38,153 personas, mayoritariamente civiles, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza.
Este domingo 7 de julio, Hamás anunció su disposición para entablar negociaciones orientadas a la liberación de los rehenes que todavía están bajo su custodia en la Franja de Gaza. Esta declaración se produce en un contexto donde ha transcurrido casi un año desde el inicio del conflicto armado con Israel, sin que se haya establecido un alto el fuego permanente en el territorio palestino.
Durante varios meses, los mediadores internacionales como Catar, Estados Unidos y Egipto se han visto desafiados por las demandas opuestas e insuperables entre Israel y el movimiento islamista palestino, por lo que han enfrentado obstáculos significativos en sus esfuerzos por facilitar un acuerdo. Este conflicto se intensificó cuando Hamás atacó el sur de Israel el 7 de octubre, lo que desencadenó una guerra prolongada y compleja en la región.
De acuerdo con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el conflicto persistirá hasta que Hamás sea derrotado y todos los rehenes sean liberados. Por otro lado, un alto funcionario de Hamás, hablando bajo condición de anonimato a la AFP este domingo, indicó que el movimiento había considerado superada la exigencia de un alto al fuego completo y permanente por parte de Israel antes de entablar negociaciones.
Los países mediadores han asegurado que mantendrán un alto al fuego mientras las negociaciones, aún por iniciar, estén en curso, según se informó. Israel tiene previsto enviar una delegación a Doha en los próximos días para dialogar con mediadores cataríes, aunque la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, señaló que persisten diferencias significativas para llegar a un acuerdo con Hamás, que ha gobernado en Gaza desde 2007.
Por su parte, diplomáticos de los tres países mediadores también están llevando a cabo conversaciones en Egipto, en conformidad con lo que informó Al Qahera News, un medio con vínculos cercanos a los servicios de inteligencia egipcios.
Mientras tanto, los enfrentamientos continúan en el devastado territorio palestino, que el domingo fue objeto de nuevos ataques por parte de Israel.
El ejército israelí estima que 116 personas siguen siendo cautivas en Gaza, con informes de que 42 de ellas han fallecido. Este domingo 7 de julio, la Media Luna Roja Palestina reportó que seis personas perdieron la vida en un bombardeo israelí contra una vivienda en Zawaida, ubicada en el centro de la Franja de Gaza. En el norte del territorio, nueve personas murieron en ataques contra edificios en ciudad de Gaza, informó la Defensa Civil.
Las tropas israelíes continúan combatiendo en varios sectores que el ejército había afirmado controlar anteriormente, como el barrio de Shujaiya en ciudad de Gaza y en Rafah, en el extremo sur. Asimismo, en ciudad de Gaza, el ejército israelí emitió nuevas órdenes de evacuación, este domingo, para los habitantes y desplazados de tres barrios, instándolos a dirigirse hacia el oeste, cerca de la costa.
Hamás declaró que cuatro personas murieron en un bombardeo israelí contra una escuela que albergaba desplazados en la misma ciudad. Esto ocurrió un día después de que 16 personas fallecieran en un ataque aéreo israelí contra una escuela gestionada por la ONU en el centro del territorio. El ejército israelí afirmó que los ataques tenían como objetivo instalaciones "terroristas".
La Organización de las Naciones Unidas ha alertado sobre las "desastrosas" condiciones en las que sobreviven los 2,4 millones de habitantes de la Franja, quienes carecen de agua y comida debido al asedio israelí. Además, el 80% de la población ha sido desplazada por el conflicto.
