Una estudiante causó revuelo al afirmar que, en Perú, las empresas discriminan a los egresados según la universidad de la que provienen. Sus declaraciones, realizadas en una entrevista, encendieron un intenso debate en las redes sociales.
La joven explicó que inicialmente no creía que el nombre de la casa de estudios influyera en la búsqueda de empleo. Sin embargo, cambió de opinión al hablar con amigos que trabajaban en Recursos Humanos de importantes empresas. Según ella, estos conocidos le confirmaron que las empresas preferían contratar a graduados de ciertas universidades reconocidas.
La muchacha mencionó que para puestos de mayor responsabilidad, las empresas solían buscar candidatos de universidades como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), Universidad del Pacífico (UP) y la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL). Estas instituciones tenían un prestigio que, aparentemente, influía significativamente en las decisiones de contratación.
En contraste, la alumna afirmó que los egresados de instituciones como la Universidad Privada del Norte o César Vallejo eran frecuentemente descartados para ciertos trabajos. Esta situación generó una fuerte reacción en las redes, donde muchos usuarios compartieron sus propias experiencias y opiniones sobre el tema.
Las declaraciones de la estudiante tuvieron un gran impacto en la comunidad estudiantil. Muchos jóvenes se sintieron identificados con sus palabras, mientras que otros defendieron a las universidades mencionadas. La polémica puso en el centro del debate la importancia del nombre de la universidad y su relación con el éxito profesional en Perú.
El debate también trajo a colación la cuestión de la meritocracia. Algunos usuarios argumentaron que las habilidades y el desempeño individual deberían ser los factores determinantes para conseguir un empleo, independientemente de la universidad de la que se egresara. Esta discusión abrió un espacio para reflexionar sobre cómo se evaluaba a los candidatos en el mercado laboral.
Las opiniones sobre el tema quedaron divididas. Mientras algunos apoyaban la idea de que el nombre de la universidad jugaba un papel crucial en la contratación, otros insistían en que la experiencia y las competencias del individuo eran lo más importante.
“En el sector público no interesa de qué universidad seas, en el sector privado sí”, “En mi carrera si es excluyente la universidad, por su malla curricular”, “Si tienes vara y tu competencia es un alumno de Marte te eligen a ti por tu vara, así que no interesa la universidad de donde vengas”, “Hasta el Banco Central de Reserva del Perú pide como requisito ser de la UNI o San Marcos”, escribieron algunos usuarios en la caja de comentarios de TikTok.
