El comienzo de julio en Norteamérica se caracteriza por las altas temperaturas, especialmente en las áreas cercanas a la frontera entre México y Estados Unidos. Estados como California, Nevada, Arizona y Nuevo México están experimentando máximas históricas, lo que ha generado una alerta por ola de calor.
En ciudades clave de esta región, como Las Vegas, Reno, Phoenix y Fresno, las temperaturas se acercan a los 110 grados Fahrenheit (43.3 °C). Esto pone en alerta a aproximadamente 17 millones de personas, quienes deben tomar precauciones al salir a la calle o cuidar su salud durante este período de calor intenso.
A pesar de que la ola de calor que afectó al norte de México la semana pasada se está desplazando hacia el norte de Estados Unidos, varias localidades en California siguen en alerta debido a las altas temperaturas y la sequía. Estos problemas no solo afectan a los ciudadanos, sino que también aumentan el riesgo de incendios forestales, que ya causaron estragos en el estado el año pasado.
En las ciudades del sur y las zonas costeras, como Los Ángeles o San Diego, se están experimentando días de calor intenso, aunque no están en una alerta crítica como algunas áreas del interior. Sin duda, la región más afectada por esta situación climática en California es Fresno y sus alrededores, donde se esperan temperaturas máximas anuales en los próximos días.
Para combatir el calor extremo, es fundamental mantenerse hidratado, ajustar la temperatura en el hogar y evitar salir durante las horas más calurosas, como el mediodía y la tarde. Siguiendo estos consejos, podemos proteger la salud y salvar vidas en medio de estas condiciones extremas.
La ola de calor de julio afectará principalmente a los estados del sur y oeste de Estados Unidos. Texas, Arizona, Nevada y California experimentarán temperaturas extremadamente altas, superando los 40 grados Celsius en algunas regiones. Se espera que ciudades como Phoenix, Las Vegas y Houston enfrenten días de calor sofocante que podrían romper récords históricos.
Además, estados del sureste como Florida y Georgia también verán un aumento significativo en las temperaturas, con altos índices de humedad que agravarán la sensación térmica. Los residentes de estas áreas deben estar preparados para condiciones climáticas adversas y tomar medidas preventivas para evitar golpes de calor y otras complicaciones de salud.
