«Lo mismo de siempre», es la frase que, con un toque de resignación, se repite en el gobierno de Luis Lacalle Pou al referirse a la postura de Uruguay en la próxima Cumbre del Mercosur. El evento iniciará este domingo con la reunión de cancilleres y continuará el lunes con los encuentros de jefes de Estado en Asunción, Paraguay, donde Uruguay asumirá la Presidencia Pro Témpore del bloque.
El panorama político actual es más favorable para Lacalle Pou y el ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, que en años anteriores. Desde 2020, Uruguay ha promovido una mayor apertura comercial dentro del Mercosur, enfrentando resistencia, especialmente por parte de Argentina. Sin embargo, la llegada de Javier Milei en Argentina y Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil ha generado un ambiente optimista en el Palacio Santos. Uruguay ha logrado avances significativos, como la aprobación de Buenos Aires para el dragado a 14 metros en el puerto de Montevideo y el compromiso de Brasil de construir un nuevo puente en Yaguarón.
A pesar de estos logros, Uruguay mantiene una postura crítica hacia el Mercosur. «Se insistirá con que el Mercosur debe ser una plataforma para salir al mundo», comentó una fuente oficial. Paganini volverá a plantear la necesidad de que el bloque tenga «distintas velocidades», permitiendo que países como Uruguay avancen en acuerdos comerciales independientes si otros miembros no están preparados para hacerlo.
El tratado de libre comercio con China es un claro ejemplo de esta visión. A pesar de los esfuerzos de Lacalle Pou, Brasil y Argentina han persuadido a China de no firmar el acuerdo con Uruguay por separado del Mercosur. «Uruguay quiere aprovechar su Presidencia Pro Témpore para lograr un Mercosur más aperturista», adelantó Paganini en junio.
Durante la cumbre, Uruguay también subrayará la importancia de reactivar el diálogo Mercosur-China, suspendido hace seis años. Además, el gobierno ve como positivo el avance del acuerdo comercial con la Unión Europea y destaca la necesidad de progresar en las negociaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).
Las relaciones con Brasil y Argentina han mejorado notablemente, algo que Paganini destacó al mencionar que son «inmejorables» en este momento. Esto se refleja en logros concretos en transporte e infraestructura, mejorando la conectividad física en la región.
Luis Lacalle Pou llegará a Asunción esta tarde y se hospedará en el hotel Crown Plaza. Para la noche, se ha planificado una cena con otros mandatarios asistentes a la cumbre, incluyendo a Luiz Inácio Lula Da Silva y Santiago Peña.
Sin embargo, Javier Milei, presidente de Argentina, no estará presente por motivos de agenda. De hecho, decidió declinar aparecer en la cumbre pero sí estará en Brasil para asistir a una cumbre de grupos de extrema derecha y ultraconservadores cristianos, convocado por el exmandatario, Jair Bolsonaro.
La cumbre comenzará formalmente el domingo a las 10 de la mañana en el edificio del Puerto de Asunción, con la apertura a cargo del canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano. La jornada incluirá la presentación de un informe sobre la gestión de Paraguay en su Presidencia Pro Témpore, seguida de una discusión sobre el estado actual del Mercosur.
El lunes, la sesión de jefes de Estado comenzará a las 10 de la mañana, con la participación confirmada de los presidentes de Paraguay, Uruguay, Brasil, Bolivia y Panamá, así como representantes de Chile, Perú, Colombia y Ecuador. Se espera que esta cumbre sea un punto crucial para definir el futuro del Mercosur y su orientación hacia una mayor apertura comercial.
