Minuto 119, era irremediable pensar ya en los penaltis y Alemania seguía volcada a la espera de otro milagroso gol como el que les había enviado a la prórroga. Pero no, el tanto llegó por el otro lado. Lo marcó un pamplonica en la víspera del chupinazo. ¡Gora San Fermín! Y gora San
Mikel Merino, que con un testarazo gracias a un medido centro de Dani Olmo marcó el 2-1 definitivo que eliminó a la anfitriona y clasificó a la Roja para la semifinal.
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