La victoria de Masoud Pezeshkian sobre Saeed Jalilí en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Irán ha vuelto a avivar la esperanza en las cancillerías europeas y en Washington de que se pueda abrir una nueva etapa positiva de relaciones entre la República Islámica y Occidente. Unos cuantos analistas entre ingenuos, bienintencionados y desconocedores de la verdadera naturaleza del régimen iraní -entre ellos la ex ministra de Asuntos Exteriores Ana de Palacio, habitualmente lúcida en sus análisis- se han lanzado a celebrar el éxito en las urnas de Pezeshkian resaltando s ...