España es el segundo país del mundo con más visitantes. Tan solo en 2023, más de 85 millones de personas escogieron nuestro país como lugar en el que pasar unas vacaciones.
Y es que España destaca mundialmente no solo por sus playas y sus monumentos históricos, sino que tiene una de las gastronomías más ricas del mundo. Lo más conocido fuera del país, los "topicazos", siempre son la paella, la tortilla de patatas o el jamón, pero lo cierto es que existe mucha más España aparte de las tapas y el menú degustación de chiringuito.
Sin embargo, uno de los tipos de turismo más agradecidos es el de interior, y muchas veces sabe apreciar otra clase de planes que la masificación desconoce u obvia. Es por ello que la prestigiosa revista National Geographic ha publicado recientemente una lista en la que daba a conocer los 18 pueblos españoles donde mejor se come basándose en los restaurantes y producciones de alimentos de la zona.
En el número uno, ocupando efectivamente el título del pueblo donde mejor se come de España, tenemos a un pequeño municipio de Castilla y León con mucho encanto por sus monumentos y su papel en la elaboración de vino en la región.
Situado en mitad de la provincia de Valladolid, cuenta con poco más de 5.000 habitantes en su censo, pero guarda en su seno varios lugares con mucho encanto... y muy buena comida.
Es conocido por ser uno de los pilares del llamado "enoturismo" o turismo del vino, ya que él mismo y otros pueblos cercanos de la región pertenecen a la Denominación de Origen Ribera del Duero, donde se elaboran unos de los mejores productos vinícolas de España.
Este pueblo se llama Peñafiel, y se encuentra a menos de dos horas de la capital Madrileña en coche, siendo un destino perfecto para visitar durante el fin de semana o un puente de festivos.
Su monumento más famoso es toda una oda al vino y al trabajo de los agricultores, así como del esfuerzo y la labor que desempeñan los bodegueros de la zona: el "Castillo de Peñafiel", que también funciona como "Museo Provincial del Vino".
Esta construcción comenzó a erigirse en el siglo X, aunque su aspecto actual es producto de las importantes intervenciones que tuvieron lugar durante los siglos XIV y XV. Es una fortaleza medieval, y fue declarada Monumento Nacional en 1917.
Como Museo Provincial del Vino, es una de las instituciones de las que más orgullosos se sientes los productores de a D.O. Ribera del Duero. Desde que se instaló allí este museo vinícola en el año 1999, recibe una media de 100.000 visitas al año, que lo han convertido en "un lugar de peregrinación" para los amantes del turismo cultural y del enoturismo, según su web.
Después de una visita por la que se recorre la historia y la cultura del vino, así como de las técnicas de elaboración y producción de este milenario producto, es posible realizar una degustación del mismo en la sala de catas, donde además ofrecen cursos profesionales.
Al Castillo de Peñafiel solo se puede acceder en coche particular, aunque existe un servicio de autocares gratuitos que funcionan en muchos días festivos nacionales y en otras fechas señaladas.
Otro de los monumentos a visitar en Peñafiel y que no se puede pasar por alto es el "Paseo del vino", una especie de avenida el estilo de Hollywood donde hay once hojas de vid colocadas sobre el pavimento que contienen los nombres de los mejores vinos elaborados por las bodegas D.O. Ribera del Duero.
A pesar de su pequeña población, el pueblo vallisoletano alberga este y otros rincones con encanto, casi todos ellos dedicados a la agricultura y los conocimientos ancestrales sobre la elaboración vinícola de la región.
Peñafiel destaca por sus restaurantes de calidad donde, normalmente por un precio económico, se puede disfrutar de buena comida acompañada de un vino de la tierra igual o aún mejor.
Este municipio tiene una oferta gastronómica sorprendentemente variada para su tamaño, ya que muchos de los vecinos dedican su vida y su oficio a la restauración y el turismo. Abundan los restaurantes y las casas rurales, así como las bodegas y enotecas.
Otro de los buques insignia de Peñafiel es el restaurante "Ambivium", que cuenta con una estrella Michelin y un Sol Repsol. Tiene una terraza con vistas a un precioso viñedo en mitad de la Meseta.
Fue fundado en 2017 y está, obviamente, enfocado al vino. Tiene dos curiosos menús degustación: "Entornos" y "Paisajes", ambos muy completos y que ofrecen experiencias con diferentes ritmos y dinámicas.
En los fogones tiene al chef Cristóbal Muñoz, un cocinero que tiene muy en cuenta el producto local, así como un amor y un arraigo enormes por la tierra en la que se encuentra, y que en más de una ocasión se ha manifestado a favor de la gastronomía local como una forma de ayudar a cuidar el medio ambiente.