A partir del primer sábado de julio, los consumidores europeos notarán un aumento en el precio de los nuevos vehículos debido a la implementación de nuevas regulaciones en materia de seguridad. Un aumento que se debe a la obligatoriedad que ha establecido la Unión Europea de integrar ocho sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) en todos los vehículos nuevos , según lo estipula el Reglamento de Seguridad 2019/2144. La normativa tiene como objetivo reducir a cero las muertes por accidentes de tráfico en Europa para el año 2050. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), la implementación de los sistemas ADAS podría prevenir más de 50.000 accidentes de tráfico y reducir la gravedad de los siniestros en un 57% . Para cumplirlo, el Parlamento de Estrasburgo aprobó un plan en tres fases (2022, 2024 y 2028), asegurando así que todos los coches fabricados en la Unión Europea cuenten con estos sistemas de seguridad avanzados. Entre los sistemas ADAS que ahora serán obligatorios se incluyen tecnologías como el control de crucero adaptativo, la frenada automática de emergencia, la asistencia de mantenimiento de carril y el detector de fatiga del conductor. Estas tecnologías, anteriormente reservadas para vehículos de alta gama, deberán estar presentes en todos los coches nuevos vendidos a partir de este mes. La inclusión de estas tecnologías supondrá un coste adicional para los fabricantes, lo que se traducirá en un incremento en el precio final de los vehículos. Estudios del sector indican que el precio de los coches nuevos podría aumentar entre 1.000 y 1.500 euros de media , dependiendo del modelo y del fabricante. Sin embargo, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) señala que el impacto será «poco significativo» para la mayoría de los modelos, ya que un alto porcentaje de los vehículos vendidos en España ya incorpora algunas de estas tecnologías. Los coches nuevos deberán incluir una serie de equipamientos de seguridad avanzados, como el detector de fatiga y somnolencia (DDR), que alerta al conductor sobre la pérdida de concentración por cansancio; el Asistente de Velocidad Inteligente (ISA), que garantiza el cumplimiento de los límites de velocidad; y la Alerta de Tráfico Cruzado (RCTA), que supervisa el tráfico al maniobrar marcha atrás. Otros sistemas obligatorios son la alerta de cambio involuntario de carril (LDW), que advierte al conductor si se desvía sin señalizar; el sistema de frenado de emergencia (ESS), que reacciona ante frenadas bruscas del vehículo que va delante; un inhibidor de arranque con alcoholímetro ; alertas de uso del cinturón de seguridad en todas las plazas y una caja negra , similar a las utilizadas en aviones, que se instalará en el chasis del vehículo para registrar datos cruciales en caso de accidente.