Desde Hungría a Ecuador, desde la España de Franco a la Argentina de Kirchner o a la Colombia de Petro, Pedro Sánchez dispone de legislación comparada para intervenir sobre lo que considera periodismo emisor de bulos y falsedades. El denominador común a las leyes de esos países es el combate a los medios de comunicación no adictos con medidas formalmente administrativas, aparentando el respeto a la libertad de información pero con capacidad de arrastrarlos a la asfixia empresarial o desaparición. Así ocurrió en 1971 con el español diario Madrid y así ha ocurrido en 2021 con la emi ...