Intelectuales, artistas, escritores de ámbitos y de modos de pensar muy variados se preguntan sobre la crisis de Occidente y algunos sugieren soluciones. Un buen ejemplo es Ejecutoria (CEU Ediciones. Madrid, 2024, 352 págs.), texto con el que Enrique García-Máiquez (Murcia, 1969) ha ganado el I Premio de Ensayo Sapientia Cordis del CEU. El subtítulo del libro resume el contenido: una hidalguía del espíritu. Con buena prosa, el autor expone sus tesis de un modo atractivo, en el que no faltan los toques de humor y en el que abundan las referencias a ilustres pensadores de todos los tiempos que han reflexionado sobre estas cuestiones.
Como punto de partida, establece la distinción entre la nobleza de la sangre y la nobleza del espíritu, pues Ejecutoria trata sobre la segunda. La igualdad es una cuestión de justicia acuciante, sobre la que hay mucho por hacer en todo el mundo, pero el igualitarismo no parece una buena solución, pues tiende a nivelar por abajo, con lo que todos salen perdiendo.
Enrique García-Máiquez nos invita a superar la penuria intelectual, política, social y cultural causada por la masificación y el relativismo, con esa defensa de la hidalguía del espíritu. Se apoya en dos grandes fuentes –Dante y Cervantes–, para describir en qué consiste tal nobleza. Pero a ellos se añaden numerosas referencias a textos de tiempos y de escritores variadísimos que han defendido o defienden ideales semejantes, desde Homero, Platón, Aristóteles y pasajes bíblicos hasta Camus, Sánchez Mazas, Sabater o Miguel D'Ors, pasando por otros autores grecorromanos, medievales, renacentistas, ilustrados, románticos, etc.: filósofos, teólogos, santos, poetas, novelistas, políticos..., más los ejemplos de personajes históricos que plasmaron el ideal con su ejemplar conducta... La nómina es muy abundante.
Con ellos, dialoga sobre el esfuerzo, la caballerosidad, la búsqueda y defensa de la verdad, el papel de la conciencia, la gratuidad, la laboriosidad, la educación, la belleza y demás virtudes y modos de vivir característicos de la nobleza de espíritu. Un libro sugerente, optimista. No se trata de una nostálgica mirada al pasado, sino de una invitación a sacar lo mejor de nuestra tradición, para dar un nuevo enfoque al presente y ofrecer mejores perspectivas a las siguientes generaciones.